Una apuesta de futuro por la Formación Profesional

Print This Post
  
  
Email This Post   


No nos encontramos en un buen momento económico, la continua perdida de empleo y la temporalidad nos hace reflexionar sobre qué modelo productivo necesitamos y qué formación se necesita para hacer frente a la situación. El mercado de trabajo esta sometido a una continua especialización y es necesaria una permanente adaptación de nuestra formación profesional. A esta realidad intenta responder el III Plan Vasco de FP, aprobado en estos días y en consenso por todos los agentes sociales implicados en El Consejo Vasco de Formación Profesional: centros de formación, empresarios, sindicatos y Gobierno.

La concertación social se consolida con apuestas como ésta.
La media de trabajadores con formación profesional en Euskadi supera en mas de 10 puntos a la del resto del Estado, diferencia que se agranda desde la crisis del 86, porque una buena formación, cercana a las necesidades del tejido productivo, se convierte en una de las mejores herramientas para despegar económicamente. Si miramos a nuestros vecinos europeos, nos encontramos muy lejos del 60% de titulados de FP en países como Finlandia, Italia o Francia. Esto nos lleva a reflexionar sobre el por qué de nuestra más lenta recuperación económica.

Para el 2020 los expertos apuntan a un mercado de trabajo donde el número de trabajadores/as con una cualificación media supere el 50%, un 35% con alta cualificación y solo un 15% con baja cualificación. El ser capaces de afrontar esta situación y trabajar con planes como el aprobado por el Consejo Vasco de FP puede llegar a ser la seña de identidad de Euskadi.

Es clara la necesidad de invertir en nuevos diseños formativos para avanzar hacia una mayor especialización, pero no solo así vamos a conseguir incrementar el interés de los jóvenes por la FP. Es urgente dignificar esta enseñanza, terminar con la lamentable asociación de fracaso escolar y FP. El impulso de de esta enseñanza no puede venir solo de su adaptación a las necesidades del mercado laboral, sino también de un mayor reconocimiento social. Tenemos que valorar la importancia de los titulados de FP ahora y en el futuro.

El Plan consensuado otorga un papel muy importante a la empresas. La formación en el centro de trabajo va a ser uno de los principales pilares de esta enseñanza y se tiene que hacer con calidad y también con seguridad para los estudiantes. Es necesario un cambio cultural en nuestro tejido empresarial que apueste por la formación, ya que las practicas en empresa son la mejor forma de evaluar las competencias reales de nuestro alumnado, de comprobar la utilidad del sistema en el entorno laboral. Las empresas tienen que abrir sus puertas a la formación, no solo como receptores de los resultados de la misma, sino como parte activa en el proceso de aprendizaje.

El acuerdo alcanzado apuesta por los PCPIs y el plan de rescate va servir para recuperar a muchos jóvenes que han sido expulsados del mercado laboral por la crisis. En el futuro va tener tanta importancia la recualificación como la cualificación, todos tienen que tener las mismas posibilidades de acceder al sistema, un sistema flexible que sea capaz de integrar, recualificar y de moverse sectorialmente.

El cambio de modelo productivo va requerir de nuevas cualificaciones. Tenemos todos los ingredientes necesarios para sacar adelante los objetivos de este III Plan: buenos profesionales formativos, buenos centros, un tejido empresarial que necesita mano de obra cualificada y sindicatos implicados en su desarrollo. La formación forma parte de nuestra estrategia como país, debe garantizar un futuro mejor a nuestros jóvenes, con empleo estable y de calidad. La apuesta por la formación profesional es una apuesta de futuro.

Impactos: 25