Las Haciendas Forales suben los impuestos a los trabajadores, de forma encubierta

UGT exige a las Diputaciones Forales la actualización de la tabla de IRPF a la inflación realmente soportada por los trabajadores, para evitar que los impuestos directos se incrementen sobre las rentas de trabajo, tal y como viene sucediendo en Euskadi durante los últimos años.
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UGT-Euskadi acusa a las Haciendas Forales de aprovecharse de la inflación para subir, de forma encubierta, los impuestos a los trabajadores, dado que el no aplicar la deflactación en el año 2003 ha supuesto que los trabajadores a los que se actualizó su salario de acuerdo al IPC hayan pasado a otro tramo de retenciones, con el consiguiente recargo, y en el año 2004 -para la declaración del 2005- la actualización no se ha hecho de forma equitativa. Aunque de forma global, la Hacienda vizcaína dice que han deflactado un 2%, este porcentaje se ha aplicado de forma desigual, desde el 0,69% para las rentas más bajas hasta el 3,33% para las más altas. Esto significa que las rebajas en las retenciones se las llevan básicamente las rentas más altas.

UGT exige a las Diputaciones Forales la actualización de la tabla de IRPF a la inflación realmente soportada por los trabajadores, para evitar que los impuestos directos se incrementen sobre las rentas de trabajo, tal y como viene sucediendo en Euskadi durante los últimos años.

El cambio en las tablas de retenciones aplicable a los rendimientos de trabajo que la Diputación Foral de Bizkaia ha aprobado y la de Álava está proponiendo para 2005 no es una deflactación que pretenda eliminar el efecto de la inflación, para que los trabajadores no soporten más retenciones cobrando el mismo salario real.

Las tablas no se deflactaron en 2004 y el cambio para 2005 ni siquiera cubre el valor de la inflación de 2003. Para el 2005, el porcentaje con que se va a actualizar cada uno de los tramos de renta es distinto y, además, la actualización media es inferior a la inflación. La actualización o descuento es menor en los tramos de renta inferior, no alcanzando siquiera el 1% hasta los 14.750 € (aproximadamente 2,5 millones de ptas.), lo que queda muy lejos de la tasa de inflación de 2003 (2,6%) y de la previsible para 2004 (en este momento está en el 3,6%). Eso significa que las personas con ingresos hasta esa cifra que no tengan que presentar declaración de renta (lo que ocurre en la mayoría de los casos, al ser rentas bajas), están tributando más, ya en 2004, por el simple efecto de la inflación y volverán a sufrir un aumento de sus retenciones en 2005.

El ajuste para las tablas supera el 2% a partir de las rentas de 34.010 €. Con ese nivel de renta ya es obligatoria la presentación de declaración así que las retenciones serán un simple pago a cuenta y lo que finalmente se pague dependerá de la tarifa del impuesto, que se aplica cuando se presenta la autoliquidación en la campaña del año siguiente. Pero la tarifa cambió por última vez en 2003 y no ha vuelto a actualizarse con lo que, de nuevo, la inflación beneficia a las arcas de las Haciendas Forales y perjudica a los bolsillos de los contribuyentes.

UGT Euskadi exige una deflactación o actualización real de los impuestos en función de la inflación soportada, para que los impuestos directos o progresivos no sean incrementados solapadamente. Cualquier cambio de los impuestos debe ser fruto de una reforma explícita, y no de tácticas opacas como la no deflactación de los mismos. Ello requeriría de la actualización anual, en función de la inflación, tanto de las tablas de retenciones como de las tarifas del impuesto.

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