El Comité de Empresa de AZBE denuncia la nueva regulación de empleo

Los responsables sindicales muestran su preocupación y reticencia a la propuesta empresarial ya que por el momento no hay las suficientes garantías de continuidad de la planta. “A pesar de que desde la dirección de la multinacional se asegura no querer desmantelar la empresa, lo cierto es que en un breve periodo de tiempo los trabajadores estamos asistiendo a dos expedientes de regulación que pretenden dejar en la calle a un total de 64 trabajadores de los 100 que éramos cuando la multinacional ASSA-ABLOY compró la empresa” explican los trabajadores. Los responsables sindicales advierten al respecto que ante la falta de dificultades que está encontrando la dirección para llevar a cabo esta medida que tiene unas graves consecuencias tanto para el tejido industrial de la localidad como para la economía de la misma, puede animar a otras empresas del valle a trasladar su producción a países con un menor coste laboral.
Print This Post
  
  
Email This Post   


El Comité de Empresa de AZBE, denuncia la segunda reestructuración que la empresa situada en la localidad de Aretxabaleta, pretende llevar a cabo en menos de dos años a pesar de los excelentes resultados económicos obtenidos en los últimos ejercicios. Los responsables sindicales critican con dureza la medida que afecta a 40 trabajadores de los 76 que en la actualidad componen la plantilla de esta compañía, dedicada a la fabricación de cerraduras desde hace más de 80 años. Los miembros del Comité señalan que el objetivo de esta propuesta es convertir la reconocida firma, en la imagen de un producto elaborado en países de bajo coste laboral para obtener así más beneficios, sustituyendo puestos de empleo de calidad por empleo precario.

Los responsables sindicales muestran su preocupación y reticencia a la propuesta empresarial ya que por el momento no hay las suficientes garantías de continuidad de la planta. “A pesar de que desde la dirección de la multinacional se asegura no querer desmantelar la empresa, lo cierto es que en un breve periodo de tiempo los trabajadores estamos asistiendo a dos expedientes de regulación que pretenden dejar en la calle a un total de 64 trabajadores de los 100 que éramos cuando la multinacional ASSA-ABLOY compró la empresa” explican los trabajadores. Los responsables sindicales advierten al respecto que ante la falta de dificultades que está encontrando la dirección para llevar a cabo esta medida que tiene unas graves consecuencias tanto para el tejido industrial de la localidad como para la economía de la misma, puede animar a otras empresas del valle a trasladar su producción a países con un menor coste laboral.

La conocida firma que en 1999 fue comprada por la multinacional ASSA-ABLOY, ya ha sufrido un expediente de regulación de empleo, que la dirección presentó a los trabajadores en el 2005 con el fin de dar continuidad a la misma. Este proceso que ha finalizado recientemente y que contemplaba 5 años, ha hecho que 24 trabajadores se hayan tenido que acoger a bajas voluntarias y prejubilaciones. Pero antes de finalizar el plazo 2005-2010 ASSA-ABLOY ha vuelto a anunciar la necesidad de realizar un nuevo plan de viabilidad industrial con una supresión de puestos de trabajo superior a la anterior.

Los responsables sindicales denuncian sin embargo que el balance económico de esta planta es excelente ya que tiene en la actualidad unos beneficios históricos, con una buena cartera de pedidos. “Un claro reflejo de esta situación -manifiestan- son las informaciones publicadas durante el 2005, en la revista de ASSA-ABLOY, donde se asevera que el grupo empresarial tiene cerca de 30.000 empleados con unas ventas anuales de 3.000 millones de euros, lo que supone que cada 10 trabajadores se generan unas ventas de un millón de euros al año”. Esta bonanza que también se repite en la planta de Aretxabaleta según los responsables sindicales, genera unas ventas que podrían rondar los 12 millones de euros al año, lo que equivale a unas ventas de un millón y medio de euros por cada 10 trabajadores.

El Comité de Empresa advierte además la posibilidad de que tras esta propuesta pueda haber también un interés inmobiliario, dada la privilegiada situación geográfica de la empresa edificada en pleno casco urbano. Por este motivo los responsables sindicales exigen a todos los agentes políticos del municipio que se posicionen y no permitan esta injusticia, donde el interés de los trabajadores queda relegado a la última de las prioridades, sin contemplar la traumática situación que supone para las 40 familias que tienen su futuro en el aire.

Impactos: 19