“Estamos aquí para denunciar que las eléctricas se están forrando e insistir en el control de precios y beneficios. Esta situación se hace insoportable, agravada por la guerra”, ha declarado Raúl Arza, quien ha señalado que lo que hace falta en estos momentos es bajar los precios energéticos, subir los salarios razonablemente en los próximos dos o tres años, garantizando el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras e introducir medidas de apoyo económico a los sectores mas impactados por la crisis y por la guerra, así como activar las herramientas recientemente aprobadas en la reforma laboral.
El Secretario General de UGT-Euskadi ha declarado que “no estamos a favor de una subida generalizada de los impuestos, de llevarse a cabo se dejaría al país sin musculo financiero y fiscal para garantizar las políticas que son verdaderamente necesarias: educación, sanidad y protección social.”
Actuar ya para bajar los precios
Y ha manifestado que en el caso de la electricidad, el problema se agrava por el sistema de fijación de precios europeos, que lo vincula al gas, la fuente de energía más cara actualmente, que encarece el precio de la totalidad del megavatio. La combinación de este sistema con la presencia de unas empresas que no paran de tener beneficios y que no dudan en amenazar con desinversiones y deslocalizaciones si los Gobiernos intentan recortar sus beneficios. “Todo ello crea un coctel desesperanzador que elimina las esperanzas de recuperación y que desboca la inflación que nos llevará, si no se actúa ya, al desastre económico y social.”
Raúl Arza advierte que “hay que establecer medidas rápidas que bajen los precios de la energía para las personas y las empresas, que ya no pueden producir a unos costes que les abocan al cierre.”
Desde UGT veríamos bien que el control de precios y beneficios fuera ahora la energía, sin descartar otros bienes básicos, como alimentación, materias primas, alquileres… si fuera necesario en el futuro.
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