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Los trabajadores/as no pueden ser los paganos del confinamiento y la parálisis económica

Maribel Ballesteros, Secretaria de Política Sindical e Institucional de UGT-Euskadi asegura que “no es negativo que los precios hayan bajado 7 décimas en Euskadi y nos hayamos situado en el 0,1, que la inflación no haya repuntado en una situación tan delicada como la que estamos viviendo de estado de alarma sanitaria por el COVID19 no es una mala noticia”.

UGT-Euskadi advierte que “es imprescindible aprovechar esta situación de inflación baja para poner en marcha políticas fiscales expansivas, que van a ser necesarias por tiempo sostenido para contrarrestar los efectos de la crisis del COVID19, en cuanto se controle la pandemia la prioridad debe ser la reactivación económica pensando en los trabajadores/as que no pueden ser los paganos de las consecuencias del confinamiento y la parálisis económica”.

La representante de UGT-Euskadi manifiesta que hay que llegar a acuerdos con los  Gobiernos para abordar la situación de salida del confinamiento, porque la economía tiene que repuntar y hay que acordar marcando el camino de la recuperación, no cargando el peso de esta crisis en los trabajadores/as.

“La salida tiene que ser escalonada, pero siempre pensando en los más precarios, en los trabajadores/as a los que no se puede dejar atrás. Es importante establecer los criterios de salida de la crisis para hacerlo de forma más ordenada. Los trabajadores/as no pueden ser sobre los que se descargue las consecuencias del confinamiento y la parálisis económica que necesariamente está produciendo esta situación y que está permitiendo salvar muchas vidas, que es lo prioritario”.

El sindicato advierte también de la necesidad de que el Gobierno establezca medidas para evitar el abuso de los precios. “A pesar de que el escenario de precios parece controlado, el Gobierno debe poner especial atención en que no se produzcan prácticas abusivas en los precios de productos esenciales, como los alimentos y los suministros básicos, o cuya demanda en el confinamiento se han hecho muy necesarios, desde mascarillas, guantes y análogos a precios de servicios de telecomunicaciones, entre otros”.

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