La sección sindical de UGT en Ekialdebus, empresa concesionaria del transporte de Lurraldebus para las rutas de transporte interurbano entre San Sebastián, Oarsoaldea y Bidasoa, denuncia las nuevas medidas que la empresa pretende implantar para el próximo año, en materia de descansos, vacaciones y rotaciones. El sindicato alerta de que dichas “decisiones, adoptadas de manera unilateral”, sin ningún tipo de negociación previa, tendrán un “impacto muy negativo” sobre la plantilla. Para FeSMC UGT, en la práctica, supone una “explotación encubierta” que se hará realidad gracias a los dos últimos convenios que firmó el sindicato LAB en solitario.
La sección sindical de UGT, tras conocer las medidas que pretende implantar Ekialdebus en el 2026, denuncia que se trata de un “ataque directo a las condiciones de trabajo, a la salud y a la dignidad” profesional de la plantilla.
En este sentido, el sindicato denuncia el incremento de las jornadas partidas que pretende llevar a cabo la empresa, tanto entre semana como en fines de semana. De esta manera, se extenderá el tiempo total de la disponibilidad de los y las trabajadoras, haciendo prácticamente imposible la conciliación familiar y personal. Ante esta situación, la FeSMC de UGT Euskadi recuerda que “un conductor cansado, con horarios partidos y sin descansos reales, es un profesional expuesto a mayor estrés y riesgo”.
Por otra parte, UGT alerta sobre la supuesta mejora que ofrece la empresa de ampliar el descanso a 30 minutos. En realidad, se trata de un “fraude”, dado que 15 de esos minutos pasan a ser no retribuidos. A esto hay que sumarle que estos “descansos”, que se fraccionan en 5 o 10 minutos, no están garantizados. Es decir, “como las rutas llevan más tiempo del que la empresa reconoce, los descansos se convierten en meras paradas técnicas para que las personas viajeras accedan al autobús o para poner en hora las líneas. Dejando, en definitiva, sin tiempo a la plantilla para comer, ir al baño o simplemente estirar las piernas”.
El sindicato estima que, con esta medida, la plantilla acabará trabajando, al menos, 56 horas más al año, acercándose a las 1.800 horas. Además, realizará numerosas jornadas de más de 10 horas diarias. En consecuencia, todo ello supondrá un verdadero riesgo para la seguridad de las y los pasajeros así como la de otros vehículos.
Entre las medidas, también estaría una nueva rotación de vacaciones muy lesiva para la plantilla, que acabaría con lo acordado con el Comité de empresa en 2013, así como la falta total de estabilidad de los turnos. En este sentido, UGT explica que se asignarían horarios diferentes, rotaciones cambiantes e imposibles de anticipar, que dificultarían una conciliación familiar y personal.
Para la sección sindical de UGT Ekialdebus, todas estas medidas “demuestran una actitud de la empresa que no busca mejorar los servicios ni la relación con los representantes de los trabajadores, sino exprimir a la plantilla al máximo. Y por desgracia, esto es posible gracias a la irresponsabilidad e ineptitud de quienes en su momento firmaron los últimos convenios, sirviendo en bandeja de plata los derechos de los trabajadores”.
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