Reforzar la salud mental “para sobrevivir al mundo laboral”. Así reza el cartel que anuncia el taller, dividió en dos sesiones, que UGT impartirá en su sede de Bilbao los próximos 26 de septiembre y 3 de octubre. Bajo el título “Abordaje psicológico de los riesgos psicosociales”, las jornadas pretenden dotar a sus asistentes –delegadas y delegados sindicales en su mayoría, que ya han completado el aforo máximo- de herramientas de cara a reconocer la sintomatología relacionada con el entorno laboral, como la ansiedad o el estrés.
Serán sesiones tanto teóricas como prácticas, impartidas por las expertas Soraya Estébanez y Cristina Isasi, responsables del Centro de Psicología y Mediación Psimebi de la capital vizcaína. Tratarán de proporcionar recursos para una mejor gestión de los conflictos laborales, identificando fortalezas y debilidades en cada caso, y potenciando las habilidades comunicativas. También hablarán del peritaje psicológico en el ámbito laboral, un área poco conocida en el terreno de la salud laboral.
Desde el sindicato, quieren poner encima de la mesa el problema de la salud mental en el trabajo, dado que en Euskadi es ya el origen de una de cada cuatro bajas por contingencias comunes. Sin embargo, tal y como viene señalando el responsable de Salud Laboral de UGT-Euskadi Juan Carlos Cárdenas, “las mutuas no asumen el origen laboral de las IT por ansiedad o depresión, derivándolas al sistema público de salud, y contribuyendo a la saturación del mismo”.
Reconocimiento del INSS a un trabajador de hostelería
Uno de los casos prácticos que podrán abordar en el taller, es el gestionado recientemente por la FeSMC de UGT-Euskadi para un afiliado del sector de hostelería que ha logrado que el Instituto Nacional de la Seguridad Social reconozca como accidente de trabajo la incapacidad temporal por trastorno de ansiedad que le había generado el acoso de su empresa.
El empleador, un restaurante de Bizkaia, incumplía la legislación en torno a horarios y calendario, así como el registro de los mismos y el abono de las vacaciones. Tras denunciar estos hechos ante la Inspección de Trabajo, esta no solo dio la razón al trabajador, constatando que la empresa carece de los registros a los que está obligada por ley, sino que ha incluido de oficio a otros trabajadores, determinando que la empresa debe regular horarios, calendario y jornada, además de abonar las cantidades adeudadas.
Tras la intervención de la Inspección laboral, desde el restaurante “comenzó el acoso y la presión” contra el trabajador, provocándole “problemas psicológicos y ataques de ansiedad”, para los que recibe medicación. Su enfermedad se contempló inicialmente como contingencia común, pero asesorado por el sindicato, el trabajador solicitó ante el INSS que se reconociera el carácter laboral de su enfermedad.
Finalmente, desde la institución se dictó a favor del requerimiento del trabajador, cambiando la contingencia de su enfermedad, reconociendo la misma como producto de un accidente de trabajo. Así, desde el pasado mes de agosto, es la mutua la que pasa a ser responsable de la incapacidad, así como de los pagos al afectado.
La responsable de Restauración Colectiva del sindicato, Estíbaliz Pujana, ha puesto en valor la victoria lograda en el caso de este trabajador, por lo que supone para el reconocimiento de las consecuencias de la salud mental en el trabajo: “las malas condiciones, así como la deficiente gestión de los riesgos psicosociales, afectan a la salud de las personas trabajadoras”. También ha señalado el deseo de que este reconocimiento pueda “lograr que la gente pierda el miedo a la denuncia ante la Inspección”.
Imagen de Mohamed Hassan en Pixabay
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