El trabajador prestaba sus servicios en un  Ayuntamiento vizcaÃno, donde sufrió en setiembre de 2018 una crisis de ansiedad en su puesto de trabajo, que fue diagnosticado por la mutua como «contingencia común sin ver origen laboral». No obstante, el médico de Atención Primaria que le dio la baja laboral le remitió al psicólogo, quien diagnosticó el episodio de angustia como ansiedad, declaró que «la patologÃa tiene base laboral motivada por riesgos psicosociales motivadas por conductas discriminatorias».
UGT solicitó el cambio de determinación de contingencia, entendiendo que se trata claramente de una enfermedad derivada del trabajo. El sindicato sigue denunciando la alta incidencia de los riesgos psicosociales entre la población trabajadora y reclamando su reconocimiento de enfermedad profesional. Según datos hechos públicos por el Gobierno vasco, en Euskadi, en 2017, se denunciaron 317 casos de violencia psÃquica y 2.750 agresiones fÃsicas y verbales.
El Observatorio Europeo de Riesgos (OER) asegura que el estrés es la principal causa de absentismo y baja laboral.  El sindicato se ha unido también a las demandas de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), para que se elabore una directiva europea que regule este tipo de riesgos para su aplicación en los Estados miembros.
Entre los denominados riesgos emergentes , los riesgos psicosociales ocupan ya el primer lugar entre los riesgos del trabajo, crecimiento que no ha hecho sino aumentar como consecuencia de la crisis económica mundial que ha afectado, en lo que a empleo se refiere, de una forma especialmente intensa en nuestro paÃs.
La resistencia de la jurisprudencia a asimilar las dolencias psÃquicas a las enfermedades fÃsicas, dificultan la calificación profesional de la contingencia, surgiendo problemas para la debida cobertura de enfermedades, dolencias psÃquicas o daños provocados por acoso moral o cualquier otro riesgo psicosocial, que realmente tienen su causa y se desencadenan con ocasión o como consecuencia del trabajo.
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