Hay que situarse 30 años atrás, en 1990, para observar una inflación similar, ante la que «es necesario en primer lugar, desbloquear la negociación colectiva para introducir cláusulas de revisión salarial, que impidan que los trabajadores/as sean los pagamos de todas las crisis y, en segundo lugar, la necesidad de mayores medidas extraordinarias para reducir el coste de la luz, la gasolina y los alimentos», manifiesta Daniel González.
UGT-Euskadi denuncia la actitud de la patronal vasca que mantiene bloqueada la negociación colectiva a más del 70%, casi 300.000 trabajadores/as, sin el convenio actualizado y, por tanto, con salarios diezmados por unos precios que sitúan al IPC en la tasa más alta de los últimos años.
En lo que llevamos de año tan sólo se ha firmado un convenio sectorial en Euskadi, y tras largas movilizaciones, el convenio de conservas de Bizkaia, para cerca de 650 trabajadoras/es y 28 convenios de empresa que no llegan a 4.000 asalariados.
Dani González advierte a las patronales vascas que hay que dar un impulso a la negociación colectiva y actualizar los salarios, porque mantener los salarios congelados supone un agravio para la clase trabajadora con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo y también para algunas empresas, ahogadas no sólo por la inflación sino también por la falta de demanda.
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