En la mesa redonda, junto a otros sindicatos y patronal vasca, que ha tenido lugar en el Palacio Miramar, de Donostia-San Sebastián, el representante de UGT-Euskadi ha señalado que durante la crisis, “el acoso laboral ha crecido, pero la crisis económica ha provocado también que se dejen de denunciar los casos.”
Jesús GarcÃa de Cos ha referido que el acoso laboral afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque no de la misma manera. “Normalmente, según reflejan los estudios, las mujeres son quienes sufren en mayor medida esta situación que se extiende a todos los sectores de actividad.”
Un problema real y habitual
Ha afirmado que “el acoso laboral es un problema real y más habitual de lo pudiera pensarse, ya que si por algo se caracteriza es porque en muchas ocasiones trata de silenciarse. A ninguna empresa le gusta verse envuelta en situaciones de este tipo y muchas consideran, que este es un «trapo sucio» que hay que lavar en casa, internamente. AsÃ, hablamos de un problema que en muchas ocasiones es invisible”.
El representante de UGT-Euskadi ha valorado la importancia de la actuación  representación legal de los trabajadores/as y del Comité de Seguridad y Salud de la empresa, ya que ” son claves para atajar estas conductas e investigar los hechos y adoptar las medidas necesarias para erradicar estas conductas. Conductas que llevan al aislamiento, la ansiedad o el estrés que sufre la vÃctima, pudiendo desembocar en enfermedades graves y la vigilancia de la salud es clave para atajar esta problemática”.
Ha advertido que la violencia laboral tiene un efecto pernicioso sobre las vÃctimas derivado del ataque a su dignidad personal y/o profesional, y que no provoca indiferencia, sino una reacción de defensa natural que activa los estados de alerta y estrés como mecanismo de defensa para paliar el daño sufrido.
“La sociedad debe aplicar una tolerancia cero ante la violencia laboral, y las empresas seguir una polÃtica definida, -ha afirmado- conocida por todos sus miembros y que contemplen un régimen sancionador. Es un error pensar que algunos trabajos tienen un grado de violencia inherente”.
En la práctica, muchas de las vÃctimas suelen encontrarse indefensas y no saben cómo preservar y reivindicar sus derechos tras haber sufrido agresión laboral.
Las consecuencias para la empresa donde surge un caso de acoso laboral afectan al rendimiento del trabajo, al clima laboral y en un aumento de costos y pérdidas económicas. Sobre la sociedad se concretan en un aumento de los gastos sanitarios.
Los trastornos de salud mental derivados de riesgos psicosociales presentes en el trabajo supondrán, según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, es el primer problema en materia de salud laboral del siglo XXI.
Aplicar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales
UGT-Euskadi considera fundamental el amparo legal. La actuación básica para prevenir las situaciones de violencia en el trabajo es cumplir la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, poniendo en práctica los recursos y disposiciones que contempla.
En este caso, la evaluación de riesgos, que es el punto de partida de toda acción preventiva, y dentro de esta área, la evaluación de los riesgos psicosociales. Son muchas las ocasiones  en que se procede a posteriori, por requerimiento de la Inspección de Trabajo, de los Comités de Seguridad y Salud, por la iniciativa de delegados sindicales o de los Servicios de Prevención propios, como respuesta a quejas, demandas judiciales .
El representante del sindicato ha indicado además el efecto de las  nuevas tecnologÃas, “con estas. las personas acosadoras disponen de múltiples canales digitales en los que someter a su vÃctima incluso fuera ya del centro de trabajo. Existe una  “Sensación de impunidad” en las redes, ya que las redes dan a los acosadores una cierta sensación de impunidad. Detrás del anonimato que dan estas redes sociales, se puede aprovechar para llevar a cabo estas conductas. El acosador/a puede perseguir a su vÃctima fuera del trabajo y más allá del horario laboral”.
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