Estatuto de Autonomía, punto de encuentro

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Celebramos ahora 25 años de nuestro Estatuto de Autonomía. UGT-Euskadi estuvo en el SI al Estatuto vigente y lo seguimos considerando el mejor instrumento de encuentro entre los propios vascos, con sus diferencias políticas, lingüísticas, culturales y territoriales. Este Estatuto, además, ha posibilitado construir una Euskadi de todos y entre todos, aunque, desgraciadamente, no para todos, puesto que falta por desarrollar la dimensión social de nuestro autogobierno.

Se puede estar más o menos satisfecho sobre el desarrollo del Estatuto, podemos discutir sobre transferencias pendientes, pero no se puede dejar de reconocer que hoy tenemos el mayor autogobierno de toda nuestra historia, tanto por su duración como por su contenido. Ejemplo de este hecho es que, por un lado, gastamos más del 87% de lo que recaudamos y, por otro, que los principales servicios públicos que nos afectan como ciudadanos son responsabilidad del Gobierno vasco, entre otros, la Sanidad, Educación, Vivienda y Seguridad Ciudadana.

Cualquier intento unilateral de construir nuestro autogobierno está llamado al fracaso. La historia demuestra que no se pueden cambiar las reglas de juego, sino hay un amplio consenso y se respetan los procedimiento jurídicos. No se puede construir una Euskadi partida en dos mitades, desde la imposición.

UGT-Euskadi viene advirtiendo, con insistencia, de los desgraciados efectos que tiene para los trabajadores las estrategias sindicales de aquellos que ponen la construcción nacionalista como condición necesaria para poder actuar en unidad de acción ante los problemas de los trabajadores. Es inadmisible sindical y socialmente colocar el objetivo hegemonista, el protagonismo excluyente y la acumulación de fuerzas nacionalistas por delante de las respuestas concretas y urgentes a las políticas que el Gobierno vasco y Confebask vienen poniendo en práctica y que traen como consecuencia un empleo precario, escaso, inseguro y de mala calidad, una fiscalidad insuficiente y regresiva y una escasez en protección social, al dedicar menos dinero público a Educación, Sanidad y/o Vivienda. Todo esto se oculta bajo el paraguas del conflicto permanente entre Euskadi y España, echando la culpa de todos los males y las desgracias de la sociedad vasca a “los otros”.

Nuestro sindicato reafirma la necesidad de recuperar los consensos para completar el Estatuto vigente y para explorar sus potencialidades, incluída la posibilidad de su reforma, siempre aumentando los consensos y respetando los procedimientos jurídicos. Todo ello con el objetivo de conseguir un proyecto para Euskadi que sea compartido, inclusivo y garante de nuestra pluralidad.

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