Existe, en estos momentos, una gran confusión en torno a la formación continua de los trabajadores en Euskadi, propiciada por la actitud prepotente de ELA, sindicato que es capaz de mentir con tal de conseguir su objetivo de mandar en exclusiva y condicionar las decisiones sociolaborales.
En septiembre de 1995 se firmaban los acuerdos sobre formación continua en la Comunidad Autónoma del PaÃs Vasco, entre Confebask, los sindicatos ELA, CC.OO., UGT y LAB y el Gobierno vasco. Dicho acuerdo supuso el nacimiento en julio del siguiente año de HOBETUZ, Fundación Vasca para la Formación Profesional Continua – Langileen Prestakuntzarako Euskal Fundazioa-, con el objetivo de promover y gestionar la formación profesional en Euskadi.
A pesar de este acuerdo, Euskadi es la única autonomÃa sin estas competencias, ya que nunca se ha dado por cerrado el conflicto que ambos Gobiernos mantienen en todo lo relativo a la gestión de las polÃticas activas.
Durante casi siete años hemos sido capaces de articular diversas convocatorias de formación en el PaÃs Vasco, que han compartido protagonismo con las que se desarrollan desde el Acuerdo Nacional. UGT y CCOO hemos cedido derechos de gestión de las mismas, para que no se produjera bloqueo alguno, para que los trabajadores vascos y las empresas vascas no sufrieran las consecuencias de una falta de acuerdo.
Pero el sindicalismo nacionalista, como no sabe ni quiere aprender a trabajar en pluralidad sindical, no deja que se gestione la formación profesional en HOBETUZ, Patronato compuesto por los firmantes de los acuerdos citados, que se ha dotado de una estructura técnica para, desde la cercanÃa, llevar a cabo la mejor consecución de sus fines, que son “asumir la gestión y la dirección de la formación continua y la responsabilidad general de promoverla entre empresas, trabajadores/as y centros educativos”.
El sindicato nacionalista incumple continuamente el objetivo del patronato HOBETUZ, ya que su bloqueo a la aprobación de los cursos de formación, en los últimos tres años, va en contra del espÃritu de los acuerdos que encomendaban a éste abarcar la totalidad de la formación continua de los trabajadores ocupados en la CAPV, y hacer más efectiva dicha formación.
No le importa negar el derecho a la formación a miles de trabajadores en nuestra Comunidad, ante su pretensión de dejarnos a otras organizaciones sociales representativas fuera de los órganos de decisión, gestión, diseño y desarrollo de los cursos de formación continua, que se financia con las cotizaciones de todos los trabajadores.
Llevamos tres años soportando la estrategia de tensión, imposición y bloqueo de ELA en el patronato HOBETUZ, lo que imposibilita a éste organismo llevar a cabo su objetivo y, por tanto, la formación de los trabajadores en Euskadi. La actitud de ELA da a entender que no le interesa, ni lo más mÃnimo, que los/as trabajadores/as vascos/as reciban formación.
El Gobierno Vasco, por su parte, incumple de forma reiterada el acuerdo cuando se dedica a gestionar convocatorias de Formación por su cuenta, sin el consenso de los agentes sociales. Y no sólo no ha hecho nada para terminar con el bloqueo, sino que en ocasiones ha sido un aliado con el sindicato nacionalista para bloquear las convocatorias. Pero este bloqueo se ha dado ya en otras instituciones sociolaborales. Anteriormente, lo hizo en el Consejo de Relaciones Laborales (CRL) y no sabemos que otro organismo será utilizado en el futuro como herramienta para excluir de las decisiones a parte importante de la ciudadanÃa vasca. Este es el efecto perverso de la obsesión por el “aquà mando yo”.
Llevamos mucho tiempo debatiendo el marco en el que se debe gestionar la formación en la CAPV, cuando en realidad es un debate falso: La gestión se puede hacer perfectamente desde nuestra Comunidad, pero al igual que en el resto de las Comunidades deberá de respetar el marco normativo por el que tiene la obligación de regirse, para mayor garantÃa de calidad, transparencia y participación de todos los agentes implicados en el sistema, principalmente los trabajadores y empresas que son los que mantienen el sistema con sus aportaciones.
El Acuerdo Vasco de Formación está herido. Los sindicatos ELA y LAB que tanto dicen “ defenderlo ” se niegan a que éste sea el marco de discusión. Ahora sólo hablan con el Consejero. Hobetuz ya no les sirve.
A UGT-Euskadi le preocupa que la formación de miles de trabajadores de esta comunidad vaya a quedar en manos de organismos que vienen demostrando una clara ineficacia en su gestión.
ELA pone el ventilador en marcha, acusa sin pruebas, hace juicios de valor sin razón alguna, pero se olvida decir que ELA es la única organización sindical que cobra dinero de Hobetuz sin dar una sola hora de formación, mientras se dedica a paralizar la Fundación, culpando a los demás por sus fechorÃas.
Los intereses de los trabajadores deben estar por encima de los de cualquier organización y el Gobierno Vasco tiene la obligación de terminar con los vetos de ELA en las instituciones sociolaborales, facilitando un funcionamiento democrático de las mismas.
Los trabajadores necesitamos formación continua, hay que clarificar cuanto antes la confusión creada y si no se dan las garantÃas suficientes por parte del Ejecutivo Autónomo de respeto a la Ley, le corresponde al Gobierno central garantizar el derecho a la formación también en Euskadi.
Felipe GarcÃa
Secretario de Formación de UGT-Euskadi
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