Unos 4.000 trabajadores de la aerolÃnea Spanair y la empresa de handling Newco (que presta sus servicios de asistencia en tierra a la primera) están en una situación de incertidumbre laboral ante la nefasta gestión económica y estratégica por parte de los directivos de la compañÃa y de los inversores institucionales que la sustentan económicamente, con la Generalitat de Catalunya a la cabeza. En Euskadi, son 45 los trabajadores de Spanair y 35 de Newco los afectados por esta situación.
El problema de Spanair no ha surgido de la noche a la mañana y eran muchas voces -incluyendo la de este sindicato- las que advertÃan de que puntuales inyecciones de capital a la empresa no servirÃan de mucho si no se definÃa un plan industrial realista y se llevaba a la práctica por un equipo gestor competente y conocedor de la realidad del sector aéreo español.
Por ello, resulta indignante que ahora, como siempre, sean los trabajadores los damnificados por la incapacidad y la nula visión de negocio de un equipo directivo que no supo redimensionar y hacer competitiva una entidad que podrÃa haber sido viable si se hubieran atajado los problemas desde su origen, es decir, en el proceso de venta de SAS (anterior propietaria) al conglomerado de inversores institucionales que asumieron la titularidad de la compañÃa con la única intención de hacer una aerolÃnea de bandera catalana, sin reparar en los condicionantes económicos y de mercado que exigÃan entonces un proceso de redefinición tanto en el volumen de la empresa como en su estrategia en el medio y largo plazo. Y asà lo advertÃa UGT cuando se veÃa en la obligación de negociar reajustes de plantilla que habÃa que costear con el dinero público que se inyectaba periódicamente. Aquello era una huÃda hacia adelante, y asà lo hemos venido denunciando desde UGT.
Además, el repentino cese de actividad de Spanair ha vuelto a poner de manifiesto la irresponsabilidad y la falta de escrúpulos (y de empatÃa) de los gestores de compañÃas aéreas de nuestro paÃs. Una vez más, se echa el cierre sin reparar en las consecuencias para miles de pasajeros que tenÃan contratado su billete con la citada aerolÃnea. ¿Tan difÃcil es ejecutar un cese de actividad ordenado?
En este nuevo despropósito de una compañÃa aérea española hay muchos responsables. Los primeros, los actuales gestores de Spanair y los inversores institucionales ,los del actual Gobierno catalán y los del anterior. En segundo lugar, los responsables de AENA que deberÃan tener la capacidad y los recursos para detectar este tipo de situaciones extremas y, por último, el Ministerio de Fomento que no ha sabido definir un sector aeroportuario bajo criterios de complementariedad modal y sostenibilidad económica, propiciando asà una demanda irreal que ha sido el mejor caldo de cultivo para la creación de empresas en un sector aéreo incapaz de generar rentabilidad para todos sus integrantes.
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