La Plataforma para la defensa de los Servicios Públicos y el Estado del Bienestar, que desde julio viene realizando movilizaciones conjuntas, ha sido presentada hoy en rueda de prensa, para hacer público el próximo acto acordado, que va a consistir en una cadena humana por la Gran VÃa de Bilbao, el próximo viernes 28, para protestar contra los recortes ante las oficinas de la Seguridad Social, Gobierno vasco, Osakidetza e Inem.
En la rueda de prensa ha participado el Secretario General de UGT-Euskadi, Dámaso Casado, quien ha explicado que la plataforma, que lleva ya un tiempo funcionando, intenta unir a organizaciones y ciudadanÃa en general ante los recortes.
“Vamos a seguir peleando permanentemente -asegura- por mantener lo que tanto nos ha costado conseguir”.
{PRESENTACION PLATAFORMA PARA LA DEFENSA DE LOS SERVICIOS PUBLICOS Y EL ESTADO DE BIENESTAR}
Convocamos esta rueda de prensa para presentar la Plataforma para la defensa de los Servicios Públicos y el Estado del Bienestar, que esta compuesta por las siguientes organizaciones sindicales:
CC.OO. Euskadi
UGT Euskadi
LSB-USO
SATSE Euskadi
SME-FFHE
CSI-F
ErNE
SAE
UTESE
Esta Plataforma, que cuenta con mayorÃa sindical en sectores tan importantes como Sanidad, Justicia, Ertzaintza AENA, RENFE-ADIF, Administración general del Estado o Correos, nace con el claro objetivo de buscar el máximo nivel de unidad y de buscar consensos para hacer frente a todas las polÃticas y recortes que han venido planteando los diferentes gobiernos tanto estatales como autonómicos. PolÃticas que ahondan en el desmantelamiento de los Servicios Públicos y el Estado de Bienestar, polÃticas y recortes que inciden directamente no solo en las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras de los Servicios Públicos, sino que afectan al conjunto de la ciudadanÃa.
Es por ello que esta plataforma nace con el objetivo de aunar al máximo número de organizaciones sindicales y sociales y está abierta a la participación de todas ellas.
Van para cinco años de crisis interminable. Cinco años en los que las polÃticas de austeridad han llevado un incremento del paro y la exclusión social. Al mismo tiempo, los servicios públicos y sociales están sufriendo una ofensiva sin precedentes y el estado de bienestar se está poniendo en entredicho.
Resulta radicalmente injusto que el desastre iniciado por ciertos sectores bancarios y dirigentes movidos por una codicia desbocada, tenga que ser reparado por la mayorÃa. Estamos sufriendo recortes salariales generalizados y un adelgazamiento de los recursos públicos, especialmente de los dedicados a las polÃticas sociales, como son, las pensiones, sanidad, educación, desempleo y asistencia social.
Se sigue haciendo caso omiso de opiniones económicas, solventes y prestigiosas, que reclaman la urgente introducción de polÃticas de estÃmulo económico y de reactivación del empleo. Ya es hora de que la polÃtica en su más noble acepción, al servicio del interés general, se imponga frente a los mercados financieros.
La indudable necesidad de optimizar el gasto público se está traduciendo en: una polÃtica de recortes en el número de empleados y empleadas públicos, precarización de sus condiciones laborales, retributivas y sociales y una campaña de descrédito de su labor. Ante ello y en defensa del sector público, las organizaciones firmantes queremos exponer:
1)Los empleados y empleadas públicos garantizan la realización práctica de los servicios que las instituciones del Estado prestan a los ciudadanos. Denigrar al empleado público desacredita servicios esenciales para la sociedad, tales como, educación, sanidad, seguridad, atención social y justicia, entre otros.
2)Los empleados y empleadas públicos acceden a su puesto de trabajo por medio de un proceso de selección bajo los principios de igualdad, mérito y capacidad, aprobados en la Constitución.
3)Los servicios públicos garantizan la igualdad entre la ciudadanÃa, llevando servicios esenciales a lugares donde nunca acudirÃa una empresa privada por razones de rentabilidad económica.
4)La estabilidad en el empleo público, cuestionada por la reforma laboral, garantiza la independencia de la empleada y del empleado público ante las presiones de la coyuntura polÃtica y asegura la calidad y permanencia de las prestaciones.
Existen soluciones y vÃas alternativas para controlar el déficit público sin recurrir a estas amputaciones del servicio y la función pública. Entendemos la necesidad de realizar ajustes económicos y la obligación solidaria de contribuir a sacar el paÃs de la crisis, pero observamos que el recorte general no alcanza a otros gastos mucho menos justificados. En este sentido proponemos:
1)Afrontar con decisión y medios materiales y humanos suficientes, las bolsas de fraude fiscal y la economÃa sumergida, asà como la mejora sustancial del control del gasto público que evite ineficiencias y corrupciones.
2)Medidas encaminadas a modificar la injusta desproporción entre la tributación efectiva de las grandes empresas y las que gravan a microempresas y pymes.
3)Emprender gestiones polÃticas y diplomáticas para que la Unión Europea implante un impuesto sobre las transacciones financieras.
4)Creación de un impuesto sobre la riqueza que aumente la contribución fiscal de las grandes fortunas.
5)Exclusión de las ganancias patrimoniales especulativas del concepto de rentas del ahorro y modificaciones en la legislación de las SICAV que eviten su uso como mecanismo de evasión fiscal.
Al gobierno, a los gobiernos, les resulta fácil poner en marcha medidas de recortes a los trabajadores y a las trabajadoras de la Función Pública porque, en muchos casos, han sido objeto de linchamiento previo por parte de los responsables polÃticos para ponerles a los pies de los caballos de una sociedad que está muy sensibilizada por los efectos de la crisis económica.
Cuidado con determinados mensajes que se envÃan. Funcionarios y funcionarias públicos son las personas que cuidan de nuestra salud, las que educan a nuestros hijos, las personas que atienden la dependencia y otros servicios sociales, las que garantizan nuestra seguridad o quienes limpian nuestras calles. Es decir, aquellos trabajadores y trabajadoras que cubren las funciones básicas en un paÃs. Por cierto muchos de ellos y ellas con salarios por debajo de los 1000 €.
Trasladar a la ciudadanÃa discursos demagógicos como que las empleadas y empleados públicos son una casta privilegiada porque disponen de un empleo seguro, es la antesala para decir que quien tiene un trabajo fijo tiene un privilegio frente al que es temporal, que el temporal goza de un privilegio frente al que no tiene trabajo, que el parado o la parada que cobra el paro tiene un privilegio frente a quien no cobra….. y todo con el objetivo final de justificar la reducción de los derechos de los trabajadores y de las trabajadoras (reducción de los salarios, recortes de derechos laborales, recortes de prestaciones y subsidios de desempleo,…..)
Detrás de estos mensajes hay un ataque frontal a los servicios públicos y a su papel como garante del ejercicio del derecho de ciudadanÃa.
Hay que prestigiar los servicios públicos y a las personas que los prestan porque hacer a lo público responsable de la crisis en un claro intento de abrir el camino de la privatización de los servicios públicos. Tal privatización supone pasar los servicios públicos al servicio de los negocios privados: de una parte el enriquecimiento de unos pocos y, de otra impedir que muchos, los más desfavorecidos, puedan ejercer todos los derechos de ciudadanÃa en plan de igualdad, porque, al carecer de recursos, no pueden acceder a determinados servicios si estos no son públicos.
En base a esto esta plataforma que se constituyo hace ya unos meses, hemos venido desarrollando diferentes movilizaciones en los últimos meses y seguiremos movilizándonos hasta que se consigan cambiar estas polÃticas que lo único que provocan es una profundización de la crisis económica y un deterioro total del Estado de bienestar.
Para denunciar y reclamar todas estas cuestiones realizaremos el dÃa 28 de Septiembre a las 11:00 horas, una cadena humana que ocupara una parte de la Gran VÃa en Bilbao, uniendo varios centros de trabajo de las diferentes administraciones Publicas.
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