La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores de Euskadi valora positivamente la evolución del empleo en la CAPV durante el mes de marzo, con una ligera reducción de 139 personas desempleadas respecto a febrero, y 3.157 en términos interanuales. Sin embargo, ante el impacto de decisiones como la anunciada ayer por Bridgestone en Basauri, o Guardian en Laudio, el sindicato ha querido recordar que las empresas están obligadas por ley a establecer programas de recolocación de la plantilla antes de realizar despidos colectivos.
Así, la responsable de Empleo de UGT-Euskadi, Arantxa Niño, ha explicado que tanto el artículo 51.10 del Estatuto de los Trabajadores como el 9º del RD 1483/2012, comprometen a las empresas que realizan despidos masivos, con afección a más de 50 personas y salvo que se encuentren en concurso, a elaborar planes para recolocar a las trabajadoras y trabajadores afectados; “estos planes deben de estar recogidos en la misma documentación en la que la empresa anuncia el proceso de despido colectivo”.
Estas acciones, “pueden y deben de contar con el acompañamiento de Lanbide y el conjunto de las administraciones, así como con las organizaciones sindicales, a fin de paliar en todo lo posible los efectos de situaciones realmente dramáticas”. Deben garantizar un acompañamiento mínimo de 6 meses a las personas afectadas, con especial atención a las de mayor edad. Los planes requieren medidas en materias como la intermediación en base a analizar ofertas de empleo en otras empresas, orientación para la identificación del perfil profesional, formación para la capacitación y atención personalizada destinada a la recolocación.
En este mismo sentido, y a pesar de constatar la tendencia positiva en base a los datos de afiliación a la Seguridad Social y al desempleo, UGT subraya que “no cabe complacencia ninguna mientras 108.314 personas sigan en situación de desempleo”. Niño también ha alertado sobre el hecho de que la mayor parte de estas, 62.521, lo que supone más del 58%, sean mujeres. Cuestión que, sumada a la brecha salarial, “nos deja una tarea ingente por delante para combatir la desigualdad estructural”.
Desde el sindicato, finalmente, han hecho hincapié en los retos propios, que pasan por “seguir exigiendo la reducción de la jornada laboral, la reforma del despido y el aumento de los salarios”.
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