Una organización como la nuestra, que ha sufrido la violencia de ETA en primera persona, ha sido claro ejemplo del avance hacia la convivencia más de una década después del último atentado, habiendo mantenido siempre el recuerdo de las vÃctimas del terrorismo, a la vez que pedido el acercamiento de los presos de ETA.
Podemos afirmar con orgullo que, hemos colaborado a consolidar un contexto social que permite afrontar las nuevas fases que se abren en óptimas condiciones, habiendo cooperado activamente desde nuestra organización en la configuración de una sociedad plural como es Euskadi y habiendo realizado una aportación cualitativa en la consolidación de los consensos para poder afrontar una solución integral a la cuestión de las personas presas.
En este sentido, el Foro Social Permanente permitió una cultura de encuentro y compromiso, con la perspectiva de convivencia democrática, articulando mecanismos que han servido para compartir metodologÃa y objetivos. En estos años, en un camino conjunto realizado con otras organizaciones de todos los ámbitos, incluido el sindical, UGT Euskadi se ha esforzado en la crucial contribución colectiva a la consolidación del cese del terrorismo de ETA, la solidaridad con las vÃctimas de esa cruel violencia y sin olvidar nuestra participación en actos como Aiete o Cambo. Todo ello, consecuencia de un esfuerzo colectivo y plural, compartiendo incluso ocasionalmente incomprensiones y crÃticas externas, pero con éxito en la pretensión. Por todo ello, queremos manifestar el debido reconocimiento al Foro Social Permanente por impulsar que, la convivencia y el diálogo, hayan sido fundamentos para la construcción de la necesaria paz.
Hoy casi todos los presos de ETA cumplen condena cerca de sus casas, acabando con la polÃtica de alejamiento, demanda mayoritaria de nuestra sociedad y reclamación de nuestra organización, participando en los actos y movilizaciones planteados al respecto.
UGT Euskadi junto con otras organizaciones, hemos unido nuestras fuerzas los últimos años para el bien común de una sociedad demasiado tensada y confrontada.
Valoramos positivamente los avances dirigidos hacia una convivencia democrática y plural difÃcil de imaginar hace años, consecuencia de una determinación entre los actores gubernamentale, polÃticos y sindicales con responsabilidad en estas cuestiones.
Por último, creemos que ha llegado el momento de llevar a cabo una profunda reflexión y análisis al respecto, reconociendo que, a partir de ahora, nos situamos ante un nuevo escenario donde será necesaria la adecuación correcta de los objetivos para posibilitar que la sociedad vasca se dote en ese sentido de los instrumentos adecuados para llevarlos adelante en este nuevo ciclo, permitiendo afrontar los retos del futuro tras la asunción por parte del Gobierno Vasco la transferencia de Instituciones Penitenciarias.
Entendemos necesario por tanto, a partir de ahora y tras el fin de la actividad del Foro Social Permanente, el diseño de una nueva, adecuada y ajustada configuración del modelo participativo, que permita el ajuste de la realidad actual, para poder ponderar la participación de nuestra organización en la misma, con la firme pretensión de construcción del paÃs y sin dejar en el olvido el daño injusto causado y la necesaria reparación del mismo en la sociedad vasca.
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