Debido a la alta siniestralidad laboral que se viene produciendo en las carreteras, la Federación Nacional de Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT- Euskadi, ha iniciado una campaña en todo el Estado para denunciar que el sector de transporte es el de mayor siniestralidad laboral y reivindicar que estos accidentes sean reconocidos como accidentes laborales, ya que en la actualidad se contemplan como accidentes de tráfico.
Eduardo Hernández, Secretario de Acción Sindical de la Federación Estatal de Transportes, Comunicaciones y Mar; Manuel Guerrero, Secretario Federal de Carreteras y Urbanos, y Pedro Marquina, Secretario General de la Federación Nacional de Transportes, Comunicaciones y Mar de UGT-Euskadi, han denunciado la situación que se viene produciendo, hoy, en Bilbao, en rueda de prensa, en la que éste último ha manifestado la necesidad de constituir un observatorio sectorial como órgano de consulta y regulador para el sector de transporte.
Los responsables de la Federación han presentado un informe de siniestralidad en el sector de carreteras, con implicación de vehÃculos de transporte profesional durante el año 2004, que constata un total 10.465 accidentes, en los que murieron 1.114 personas, 3.507 resultaron heridas de gravedad y 13.575 heridas leves.
Los responsables del transporte han hecho especial hincapié en que el subsector en el que más accidentes se producen es en el de las furgonetas o vehÃculos ligeros, en los que no hay obligación de instalar tacógrafos para controlar los periodos de conducción y de descanso.
La Federación ha iniciado una campaña “Transporte por carretera: La vida no es una carga”, con la que se pretende reducir la mortalidad en la carretera. Entre las medidas que propone UGT se encuentra el reconocimiento por parte del Gobierno de la existencia de enfermedades profesionales en el sector del transporte por carretera, constitución de un observatorio sectorial concebido como órgano de consulta e instrumento regulador del sector, con representación de todos los actores implicados y, por último, establecimiento de mecanismos como coeficientes reductores, que permitan la jubilación anticipada.
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