Los representantes sindicales advierten que ni Osakidetza ni el Departamento de Salud del Gobierno vasco no han propuesto ni una sola medida para solucionar los graves problemas que tiene el Servicio Vasco de Salud Osakidetza, después de las manifestaciones multitudinarias convocadas en el mes de enero.
En un comunicado conjunto, los representantes sindicales dicen que “Con posterioridad a las manifestaciones, escuchábamos a la consejera de Salud Gotzone Sagardui afirmar que estamos ante una “situación coyuntural” derivada de la pandemia, y que, aunque el Departamento de Salud tiene voluntad de contratar, se encuentra con una imposibilidad material para hacerlo, ya que no hay facultativos de familia ni pediatras. Cabe señalar que esas afirmaciones, además de no reflejar la realidad, tratan de ocultar la responsabilidad del Gobierno Vasco. “
Recuerdan que la COVID 19 ha agravado una situación estructural deficiente en el Servicio Vasco de Salud, que ya se venía produciendo anteriormente.”Por una parte, -manifiestan- ha existido una falta absoluta de planificación del relevo generacional de una plantilla con una media de edad de 50 años, en la que se están jubilando más profesionales que aquellos que se incorporan al sistema; y por otro, ante el maltrato sistemático al que Osakidetza somete a su plantilla, hay una huida de profesionales desde la atención primaria a la atención especializada, a la sanidad privada o incluso al extranjero.”
Advierten que mientras la situación que se vive en los centros de trabajo es cada vez más precaria, la respuesta de Osakidetza “no va más allá de volcar sus esfuerzos en campañas propagandísticas y enarbolar excusas sin proponer ni una sola medida y sin atender ni una sola
reivindicación. Es más, la pandemia se ha convertido en la excusa perfecta para seguir adelante con sus políticas de recorte, desmantelamiento, precarización, falta de inversión, privatización y desmantelamiento de la sanidad pública. El colapso y las dificultades para acceder a la atención sanitaria requerida son ya un clamor entre la ciudadanía y el hartazgo de
la plantilla queda reflejado con claridad, tanto en el masivo seguimiento de las movilizaciones
convocadas en las últimas semanas, como en los diferentes conflictos abiertos: Atención
Primaria, CVTTH, Hospital Urduliz, Urgencias Pediátricas de Txagorritxu, Urgencias de Cruces,
Urgencias del Hospital Santiago, Mantenimiento del Hospital Donostia, Red de Salud Mental de
Bizkaia, cocina de la Red de Salud Mental de Araba, Mantenimiento del Hospital de Cruces, y
así un largo etcétera.”
Los sindicatos advierten del ataque continuado al sistema público de Salud y “paralelamente al de Osakidetza, el Departamento de Salud ha ido vaciando de contenido la Mesa de Sectorial de Sanidad. Hace mucho que ese es un foro de carácter meramente informativo, en el que no se negocia absolutamente nada y en el que Osakidetza impone, tanto los temas a tratar, como el contenido de estos. La situación ha llegado a tal punto que Osakidetza incluso incumple, de manera unilateral, los acuerdos alcanzados y desprecia el dialogo con los agente sociales, profundizando en el carácter antidemocrático cada vez mas asfixiante de los gestores de la sanidad pública vasca.”
Los sindicatos que componemos la Mesa Sectorial de Sanidad instamos a Osakidetza, de manera inmediata, a cambiar de actitud y a atender las reivindicaciones del personal para solucionar todas estas carencias. “Además, anunciamos que no volveremos a participar en la
Mesa Sectorial hasta que se plantee una negociación real y con contenido.”
Los representantes sindicales de Sanidad, enumeran sus reivindicaciones y las medidas que Osakidetza debe poner en marcha:
Aumentar el presupuesto de Osakidetza para el ejercicio 2023, hasta llegar a la media
de la UE (7% del PIB), destinando un 25% del mismo a la atención primaria
Adecuado dimensionamiento de las plantillas con la creación de miles de puestos de trabajo, que permitan racionalizar las cargas de trabajo y dar una atención de calidad a la ciudadanía.
Acabar con la temporalidad que sufren más de 24.600 trabajadores y trabajadoras hasta rebajarla al 8%, consolidando a las plantillas.
Recuperación del poder adquisitivo perdido y reversión de todos los recortes, incluido el aplicado en el Desarrollo Profesional.
Reversión de todos los recortes aplicados en los PAC: reapertura y/o restauración de los horarios de atención.
Cobertura inmediata, total y desde el primer día, en todas las categorías, de todas las jubilaciones, vacantes, bajas y otras ausencias.
Evaluación de riesgos psicosociales y aplicación de medidas correctoras, con especial
énfasis en las cargas de trabajo y en los efectos de la pandemia.
Medidas efectivas y reales de flexibilidad y/o conciliación de la vida laboral y familiar.
Resolver los conflictos pendientes sobre turnicidad, complemento de hospitalización (%4), complemento específico y cierre de urgencias de Santiago
Medidas que faciliten la jubilación anticipada de la plantilla.
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