Cristina Antoñanzas ha explicado la evidencia de la discriminación por razón de sexo en el ámbito laboral, que lleva a la brecha salarial entre hombres y mujeres. Esto es evidente en categorías laborales diferenciadas como cajera y reponedor; cristalero y limpiadora o camarera de pisos y camareros de sala. “Una discriminación que en mayor o menor medida sufrimos en todos los países europeos y que suponen cuantías salariales en favor de los hombres”.
Necesitamos medidas en los convenios y leyes
Ha explicado también otros factores que influyen en la desigualdad, como el hecho de que el 90% de los permisos o reducción de jornada sean de mujeres, porcentaje que se da también en Euskadi. “Hay una importante labor en la negociación colectiva -asegura-, pero necesitamos también leyes, que contengan medidas para equiparar permisos, que corrijan la brecha salarial y que eliminen la contratación por razón de sexo”.
Cristina Antoñanzas se ha referido a la necesidad de cambiar la palabra conciliación por la de la corresponsabilidad en los convenios, porque “la palabra conciliación tiene rostro de mujer y el cuidado de los hijos o de los mayores tiene que ajustarse a la corresponsabilidad”.
Ha explicado que UGT está planteando actuaciones en la negociación colectiva, ya que “en el Estado, hasta ahora, sólo 4.500 empresas tienen plan de igualdad y tan sólo 189 se han registrado y esto significa que millones de trabajadoras se quedan al margen de los planes de igualdad”.
La Vicesecretaria General de UGT ha señalado que en la negociación del ANC (Acuerdo para la Negociación Colectiva) que se abrirá próximamente, UGT va a presentar medidas para la conciliación que contienen cuestiones mínimas que el sindicato considera que un convenio tiene que tener para un plan de igualdad; cláusulas para introducir en el ámbito sectorial de la negociación y un protocolo de actuación en caso de acoso laboral por razón de sexo.
“Como sindicato vamos dando pasos, -ha afirmado- pero es muy complicada la negociación con las empresas, a las que cuesta reconocer que no existe igualdad en su ámbito laboral”.
El micromachismo, tolerado en la sociedad
Durante la presentación de la jornada, Jesús García de Cos, miembro del Patronato de la Fundación Juan de los Toyos, explicaba cómo la igualdad es una de las actuaciones en las que se centra esta fundación, tanto en la investigación, como en el debate y en el encuentro, que permite la participación democrática y plural de personas e instituciones con el fin de contribuir al progreso social y la mejora de las condiciones de la ciudadanía.
En esta ocasión, la Fundación ha abordado el micromachismo por ser un machismo sutil, con manifestaciones sutiles que a veces nos pasan totalmente inadvertidas. “Una forma de machismo que no hace saltar las alarmas, que se contempla como algo normal, tolerado socialmente”, que ya en 1990, el psicólogo argentino Luis Bonino lo definió como “aquellas conductas masculinas que sobreponen la autoridad de los hombres por encima de las mujeres, tiranías cotidianas, un tipo de violencia blanda e invisible, de baja intensidad, una forma sutil de violencia de género que suele pasar como inadvertido”.
En los distintos ámbitos de la vida las mujeres han sufrido históricamente una serir de discriminaciones palpables, que han relegado al sexo femenino a estereotipos y roles secundarios en la sociedad, uno de ellos y el que más se ha abordado en la jornada es el laboral.
Desde comienzos del siglo pasado, la mujer, poco a poco, va tomando conciencia de su libertad, de su igualdad. Y esto por algunos hombres es inasumible.
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