Los datos del IPC confirman que a lo largo de 2021 se ha producido un intenso encarecimiento del coste de la vida, que compromete la situación económica de miles de hogares y en especial de los más vulnerables, que están viviendo las peores situaciones en cuanto a empleo y salario en esta pandemia. La subida de la electricidad y de los alimentos, sobre todo en el último mes del año, ahondan en esta situación.
Las personas trabajadoras vascas siguen perdiendo poder de compra, ya que la subida de precios se une a la paralización de negociación colectiva. Dani González recuerda que, según últimos datos del CRL, al finalizar el mes de octubre en la CAPV 253.412 personas, el 41,8% de la población trabajadora, tenÃa sus convenios vigentes, con un incremento salarial medio de los convenios en la CAPV del 0,96% para los convenios vigentes y en el 1,14% para los registrados en 2021. Otras 292.662 personas, el 48,4% de la población asalariada, estaba con sus acuerdos en situación de prórroga, mientras que 59.117 personas, el 9,8% de la población trabajadora, se encontraba con sus convenios decaÃdos y sin cobertura. Para estas personas trabajadoras la situación se endurece, al sumar pérdidas de poder adquisitivo.
Esta situación no puede continuar. Los salarios no pueden ser de nuevo los paganos del descontrol de la inflación, que tiene otras causas bien conocidas, y que son esencialmente el aumento desmesurado de los precios del gas, de la electricidad y, en menor medida, de los carburantes, como consecuencia de disfunciones en los mercados internacionales y de unos sistemas de formación de precios diseñados para que las grandes multinacionales obtengan beneficios descomunales a costa de los consumidores.
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