Raúl Arza, Secretario General de UGT-Euskadi y presidente de Juan de los Toyos Fundazioa, presentaba en la tarde del jueves, en Bilbao, en la librería Louise Michel, el libro “Cárcel de Mujeres”, junto a su autora Alicia Ayala y el historiador y periodista Luis Sala.
La autora, Alicia Ayala, militante de UGT, nació en Barakaldo en 1947 y toda su vida ha estado dedicada a la lucha por los derechos humanos, sociales y por la igualdad social. Ha escrito varios libros contando su experiencia y en este cuenta la experiencia de haber sido detenida durante un periodo de estado de excepción franquista, en 1969, por su actividad política.
En el libro, editado por Arte Activo y publicado en colaboración con Gogora, la autora narra cómo durante el estado de excepción de 1969, muchas personas fueron arrestadas en el País Vasco por su actividad política, entre ellas varias mujeres, de algunas de las cuales se habla en este libro: sus angustias, sus problemas familiares, sus ilusiones, su lucha cívica.
Recuperar la Memoria Histórica
Raúl Arza iniciaba la presentación del libro de Alicia Ayala, recordando que la Fundación Juan de los Toyos Fundazioa tiene entre sus objetivos la recuperación de la memoria histórica, la recuperación de los valores democráticos y la defensa de los Derechos Humanos.
En este sentido, destaca el libro “Cárcel de Mujeres” de Alicia Ayala, que recoge testimonios de mujeres que estuvieron presas en Basauri por su actividad antifranquista, hace 50 años, en pleno estado de excepción. “Con esta publicación se demuestra la importante contribución de las mujeres en la lucha por las libertades”, aseguraba Raúl Arza, durante su intervención.
Tanto Juan de los Toyos Fundazioa como Gogora han querido recuperar, también con este libro, parte de la memoria histórica en el momento en que se cumplen 50 años del estado de excepción política.
“Rescatadoras de la libertad”
El historiador y periodista Luis Sala, que contribuye en la tarea de recuperar la memoria histórica con Juan de los Toyos Fundazioa, elogió el libro de Alicia Ayala, que “recuerda la lucha de un grupo de mujeres al que podemos llamar ‘rescatadoras’ de la libertad”, que pagaron con la cárcel su lucha y militancia política en el tardofranquismo, en Euskadi. A través del testimonio de una de ellas, la propia Alicia, conocemos las vivencias de 26 presas que prácticamente estrenaron el módulo de mujeres de la cárcel vizcaína de Basauri.”
Recuerda Luis Sala a Mario Martínez Zauner, quien escribe en “Presos contra Franco, 2019”, que “ingresar en prisión supone introducirse en un mundo nuevo y distinto… Un espacio singular en el que el cuerpo del recluso fácilmente se pierde, se descompone, convirtiéndose en un objeto más de la prisión en manos de aquellos que la dirigen… La vida en prisión consiste entonces en aprender a sobrevivir en un medio hostil, donde lo más importante van a ser los otros, los compañeros cuya mirada o abrazo es capaz de recordarle a uno mismo quién es, de dónde viene, qué ideales persigue y cómo y por qué ha terminado allí. En la cárcel no se sobrevive sin los demás, sin un grupo en el que integrarse… Y entonces esa alianza cobra tanta fuerza que llega a revertir la situación, en la que ya no solo se trata de sobrevivir, sino más aún, de resistir. Es así como en la prisión se constituye una especie de habitante singular: el preso político”.
Luis Sala asegura que el libro de Alicia Ayala es, por tanto, un reconocimiento a la aportación de la mujer en la lucha contra el franquismo y la conquista de las libertades en Euskadi.
Y de hecho así lo escribe la autora en el prólogo: ““Quiero que las compañeras y amigas que me acompañaron en los años 60-70 en la aventura de rescatar la libertad para España, al mismo tiempo que para nosotras mismas, ocupen el espacio que en mi opinión se merecen en nuestras memorias”.
Alicia Ayala tuvo ayer, durante la presentación de su libro, la oportunidad de dar respuesta a preguntas de un numeroso público que quiso acercarse a esas vivencias de épocas difíciles, en la que además de relatar en primera persona su detención y su estancia de tres meses en prisión, rememora a compañeras, tanto socialistas, como es el caso de Blanca Pera, como a comunistas, nacionalistas, trotskistas y de otros grupos antifranquistas, que dejaron huella en ella y quiere dejar constancia de su existencia.
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