El pasado viernes 20 de noviembre, los sindicatos convocantes de la huelga solicitamos, de forma oficial, la mediación de la Viceconsejería de Trabajo y Seguridad Social del Gobierno Vasco, buscando propiciar una solución dialogada a un conflicto que nunca hemos buscado, y que cada vez queda más claro que es consecuencia de la estrategia de las empresas estibadoras de sabotear la negociación colectiva.
Del mismo modo que hace tres semanas rechazaron la mediación que se ofreció por la representación sindical en la comisión paritaria sectorial estatal, ayer, en un incomprensible acto de soberbia vuelven a rechazar “expresamente” esta nueva oferta de mediación de la autoridad laboral, demostrando nuevamente su irresponsabilidad y desprecio a toda la comunidad portuaria. En estas circunstancias no estaría de más que algunos de quienes se han prestado sin ambages a ejercer de altavoz y sustento de esta patronal se cuestionaran si no se estará usando al Puerto de Bilbao como peón en una estrategia global hacia la desregularización laboral en el sector de la estiba.
Los estibadores, mientras tanto, y como hemos hecho hasta ahora, no cesaremos en nuestro empeño de buscar escenarios de diálogo que puedan ayudar a encontrar una salida aceptable para todas las partes, y para ello tocaremos todas las puertas que tengamos que tocar.
Carta de la Federación Europea de Trabajadores del Transporte
Terje Samuelsen, presidente de la ETF – European Transport Workers’Federation – Federación Europea de Trabajadores del Transporte, en la que se integra UGT , ha evidenciado también falta de voluntad negociadora de las organizaciones empresariales, por la que los trabajadores de la estiba del Puerto de Bilbao se han visto obligados a mantener la huelga.
“En este contexto, también creemos que existen otras medidas para resolver el conflicto, que sean alternativas al arbitraje obligatorio, y nos unimos a la petición de nuestros afiliados españoles para una mediación – solicitada por los sindicatos y pendiente de aceptación por las empresas”. Aseguran además de que “en caso de que fuera necesario un arbitraje obligatorio, consideramos imprescindible tratar todas la cuestiones pendientes, incluyendo los temas relevantes para los estibadores del Puerto de Bilbao, y no solamente las que interesen a la parte empresarial.”
En la carta, remitida al lehendakari Urkullu, a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y al ministro de transportes José Luis Abalos, expone que “tras meses de negociación en los que se fue avanzando en acercar posiciones en temas concretos que afectan tanto las condiciones laborales como la eficiencia del servicio, a partir del mes de agosto la representación empresarial modificó completamente sus planteamientos y actitud, bajo el argumento de la competitividad, pretendiendo, entre otros excluir determinadas labores que hasta ahora venían haciendo los estibadores, mantener a trabajadores temporales – con al menos 12 años de prestación de servicios en el Puerto – en condiciones precarias (no convertirlos en trabajadores fijos) traduciéndose como peores condiciones laborales debido a su temporalidad o amenazar la disolución del Centro Portuario de Empleo en caso de no aceptación de lo anterior. “
Se habla también de la actitud empresarial, junto a la ausencia de voluntad real de negociación por parte de las empresas que conlleva el inicio de una huelga convocada por los sindicatos desde el mes de octubre, con las siguientes reacciones por parte de las organizaciones empresariales:
“ Fijación de Servicios Mínimos abusivos, hasta el punto que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha suspendido parte de dichos servicios.
Intervención de la Autoridad Vasca de Competencia para lanzar advertencias sobre el ejercicio del derecho de huelga y su afectación a la competencias.
Despido de los trabajadores temporales.
Campaña de descrédito de los estibadores y sus reivindicaciones a través de medios de prensa por parte de empresas estibadoras y autoridad portuaria.
Actuaciones empresariales tendentes a visibilizar unos mayores efectos de la huelga en el tráfico de mercancías. A este respecto, el despido de los trabajadores temporales hace imposible que se puedan cubrir los servicios mínimos con el personal fijo.
Acoso policial, tanto en las concentraciones de los huelguistas como en la actuación de los representantes de los trabajadores. “
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