Los salarios tienen que subir por eficacia económica y por justicia social

El IPC del mes octubre se ha ralentizado, también en Euskadi, bajando al 6,9% la variación interanual y el 5,5 en lo que va de año. Sin embargo no es suficiente para paliar la pérdida continuada de poder adquisitivo de las personas trabajadoras, que tienen acumulada en años, por la paralización de la negociación colectiva y, por tanto, la congelación de sus salarios.
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Daniel González, responsable de Política Sindical e Institucional de UGT-Euskadi advierte “que las crisis las pagan siempre los mismos, no es sólo una frase recurrente, sino un hecho demostrable de manera objetiva y matemática. Mientras la clase trabajadora y las familias pierden poder adquisitivo, muchas empresas aumentan sus beneficios de manera desproporcionada”.

Daniel González advierte que los salarios tienen que subir por eficacia económica y por justicia social. “No es de recibo que más de 400.000 personas trabajadoras vascas tengan sin actualizar sus salarios. Por tanto, en materia de negociación colectiva no podemos permitir que las patronales de este país suban los precios, congelen los salarios y se llenen los bolsillos a costa de los trabajadores”. Recuerda a este respecto, que UGT se está movilizando para “tensionar los convenios colectivos y para dar esa batalla por las cláusulas de revisión salarial que garanticen el poder adquisitivo”.

Para el representante de UGT-Euskadi, “es el momento de que algunas empresas distribuyan sus excedentes a través de los salarios, porque en todas las crisis han tenido una ingente cantidad de recursos públicos y, posteriormente, en coyunturas como la actual, no se distribuyen beneficios a través de los salarios”.

La realidad es que el aumento de la inflación está reduciendo la renta de las personas trabajadoras, escenario que motivó que el propio Banco Central Europeo pidiera subidas de salarios que compensaran la crecida de la inflación y de esta forma no aumentar el riesgo de impagos de hipotecas y de otros productos bancarios, lo que según el regulador europeo provocaría que a la crisis de la Covid, a la de la energía, y a la causada por la guerra en Ucrania se le uniera una crisis financiera como la de 2008.

“Ha llegado el momento de respetar a las rentas del trabajo -afirma Daniel González- para que el consumo no se hunda, para que las situaciones de desigualdad y pobreza no aumenten”.

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