UGT-Euskadi advierte que la intransigencia de ELA y LAB pone en riesgo el Acuerdo para la Formación Continua Vasca Hobetuz, al haber rechazado ayer cualquier convocatoria de planes de formación de trabajadores vascos por parte de la Fundación e incluso la gestión de los mismos por parte de este organismo si llegara a aprobarla el Gobierno vasco, como ya ocurrió el año pasado.
Felipe GarcÃa, Secretario de Formación de UGT-Euskadi, votó a favor de que Hobetuz gestione las convocatorias del Gobierno vasco, única formula de garantizar la continuidad de la fundación, aunque manifiesta la total oposición de este sindicato a que sea el Ejecutivo autónomo el que decrete las convocatorias. La decisión de los nacionalistas pone claramente en la cuerda floja el Acuerdo Vasco de Formación Continua y advierte que esta actitud supone que para el próximo año no va a haber ningún curso de formación continua gestionado por nuestra Comunidad autónoma, ni los destinados a trabajadores, ni para empresas.
El derecho de veto del sindicato mayoritario ELA, se carga la formación continua vasca, en base a razones polÃticas y de enfrentamiento de este sindicato con la Administración vasca. “Al sindicato nacionalista -señala Felipe GarcÃa- no le importa la formación de los trabajadores vascos, simplemente la utiliza en sus objetivos polÃticos. Afortunadamente, habrá trabajadores vascos que el próximo año puedan acceder a cursos de formación continua mediante el acuerdo estatal”.
UGT advierte que los sindicatos ELA y LAB han trasladado a Hobetuz su estrategia de bloquear el funcionamiento de todos las instituciones sociolaborales, no permiten avanzar y siguen poniendo sus intereses organizativas por delante de los intereses de los trabajadores.
“Pedimos al Gobierno Vasco que no ceda al continuo chantaje que estos sindicatos someten a la Fundación. Cada uno debe asumir su cuota de responsabilidad -afirma Felipe GarcÃa-, ya que las continuas concesiones hechas por parte del Gobierno Vasco, han hecho que el sindicalismo nacionalista se haya convertido en un herramienta de corte polÃtico, dejando a un lado los intereses de los trabajadores”.
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