El conflicto de Seguridad Privada puede radicalizarse si la patronal no cede en el convenio

Representantes de UGT, sindicato mayoritario en Seguridad Privada en Gipuzkoa, advierten que los paros -que ya se están llevando a cabo en distintas ciudades del Estado- se radicalizarán en caso de que la patronal del sector no cese en su intransigencia en la negociación del convenio y en el caso concreto de nuestra Comunidad autónoma, no están dispuestos a renunciar al plus específico para los trabajadores de Euskadi.
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UGT valora de forma muy positiva el paro de 3 horas llevado a cabo hoy, de 7 a 10 de la mañana, por los trabajadores de Seguridad Privada de las empresas de transportes de fondos que operan en Gipuzkoa, concretamente en San Sebastián y Urbil, BLINDADOS DEL NORTE y PROSEGUR, que puede dejar sin efectivos cajeros automáticos durante este puente al no haberse llevado a cabo el reparto con normalidad. Está previsto que los paros se lleven a cabo también en Bizkaia y Alava en fechas próximas.
Representantes de UGT, sindicato mayoritario en Seguridad Privada en Gipuzkoa, advierten que los paros -que ya se están llevando a cabo en distintas ciudades del Estado- se radicalizarán en caso de que la patronal del sector no cese en su intransigencia en la negociación del convenio y en el caso concreto de nuestra Comunidad autónoma, no están dispuestos a renunciar al plus específico para los trabajadores de Euskadi.

Isidro Campo, responsable de UGT-Seguridad Privada de Euskadi, manifiesta que no se han mostrado avances en la última reunión llevada a cabo entre la patronal y los sindicatos del sector de seguridad privada, ayer en Madrid, y denuncia la actitud tanto de la Administración como de la Inspección de Trabajo, que pasan por alto a diario las normas de seguridad que se deberían adoptar.

Las movilizaciones en el sector además de la carencia de dinero efectivo en bancos y cajeros automáticos, traerá como consecuencia la falta de vigilantes en lugares habituales, ya que los trabajadores de Seguridad Privada están dispuestos a no llevar a cabo las horas extras, como medida de presión.

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