UGT-Euskadi presenta el balance de legislatura y sus propuestas socio-laborales ante las próximas elecciones autonómicas

  

  

  

El Secretario General de UGT-Euskadi, Dámaso Casado, ha dado a conocer hoy el balance socio-laboral de la legislatura 2001-2005 del Gobierno vasco y las propuestas de este sindicato ante las próximas elecciones autonómicas, en un acto al que han sido invitados representantes de todos los partidos políticos.

Presentado por el periodista Gorka Landáburu, el acto ha tenido lugar, a las 11.00h. de la mañana, en la Biblioteca Bidebarrieta, de Bilbao.

RESUMEN DEL DOCUMENTO
BALANCE LEGISLATURA 2001-2005 Y PROPUESTAS DE UGT-EUSKADI

En las propuestas se señala el Diálogo Social como la clave para avanzar en los déficits socio-laborales de nuestra Comunidad autónoma, en empleo, en sanidad, en educación, en vivienda y, entre otras cuestiones básicas, en el desarrollo de una sociedad en Libertad.

En el documento elaborado, UGT-Euskadi considera que el Gobierno que resulte elegido en las próximas elecciones autonómicas deberá liderar e implicarse en un diálogo permanente con sindicatos y organizaciones empresariales, con el objetivo de analizar, entre otros asuntos, la situación del mercado de trabajo y de proponer actuaciones tendentes a reducir la siniestralidad laboral, favorecer la cualificación de los/as trabajadores/as, reducir la temporalidad y lograr la inserción laboral de los colectivos con mayores dificultades de colocación.

Los déficits sociales se maquillan

Como conclusión del balance de legislatura se señala que soportamos en Euskadi unos déficits sociales que desde las políticas públicas se maquillan, pero no se corrigen, a pesar de que hemos vivido un período económico irrepetible, lo que ha constituído una oportunidad pérdida para avanzar socialmente.

Destaca así las tasas de precariedad en el empleo, con una temporalidad que llega al 33% y que casi triplica la tasa europea (13%) y un perfil laboral de jóvenes y mujeres marcado por la inestabilidad laboral, que depara, entre otras necesidades, a que la vivienda sea un derecho imposible.

La poca calidad del empleo influye también en una mayor siniestralidad laboral, tema en el que no se acometen las causas, por lo que cuando los accidentes laborales disminuyen en número, se trata sólo de datos coyunturales, porque acto seguido se asiste a un nuevo incremento de accidentes.

En materia de formación profesional, el balance de los últimos años ha sido claramente negativo, ya que se ha ido asistiendo a un paulatino deterioro de los acuerdos que en esta materia alcanzamos en su día los agentes sociales -sindicatos y patronal-, a los que se adhirió también la Administración autónoma.

UGT-Euskadi destaca el estancamiento de las políticas sociales y de los servicios públicos, con una demostrada insatisfacción en sanidad y atención socio-sanitaria. Hace especial hincapié en una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos, la Sanidad, sistema en el que estos reclaman cambios fundamentales, mediatizados por la preocupante dinámica de subcontratación y externalización de servicios propios de Osakidetza. El déficit en la Enseñanza, como servicio público, se centra sobre todo en la cobertura del tramo de 0 a 3 años, que el Gobierno vasco, en lugar de subsanar, ha delegado en Ayuntamientos y centros privados.

En cuanto a política fiscal, UGT considera que el Gobierno vasco y las Diputaciones han desaprovechado su autonomía fiscal para avanzar en la redistribución; las reformas que se han hecho sucesivamente del IRPF han ido dirigidas a favorecer a las rentas más elevadas.

El documento elaborado por este sindicato aborda la política industrial y en su balance destaca que el Gobierno vasco se ha olvidado de uno de los principales motores de la economía vasca, tan deteriorado que en los últimos dos ejercicios incluso ha perdido empleo, mientras que en 1998 el sector industrial ocupaba al 30,14% de los empleados/as, en el 2003 ha bajado al 27,58% de los trabajadores/as.

En la práctica, el Gobierno vasco ha eludido el Diálogo Social

Aunque hemos asistido a una avalancha mediática de reivindicación del Diálogo Social en Euskadi, en la práctica el Gobierno vasco lo ha eludido y prueba de ello es que las instituciones socio-laborales están estancadas por el proyecto nacionalista. En este sentido, se advierte que el actual solapamiento de funciones entre el Consejo Económico y Social (CES) y el Consejo de Relaciones Laborales (CRL) exige de todos una reflexión sobre su futuro y buscar una solución a la toma de decisiones del CES, eliminando el derecho de veto que impusieron los nacionalistas.

Todos los cambios que propone UGT-Euskadi obligarían al nuevo Ejecutivo a buscar el consenso y el acuerdo dentro del Diálogo Social, para mejorar la vida de todos los ciudadanos/as vascos/as y garantizar la pluralidad de nuestra sociedad.

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