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prevista y esto si es un mal dato, porque los salarios crecen a un ritmo moderado mientras la inflación en los cinco primeros meses ha ido a galope, alcanzando prácticamente -con el 1,8- la previsión del 2% para este año del Gobierno.
“Las administraciones públicas -advierte- deberÃan ser más beligerantes en todas las actividades básicas, para evitar que los ciudadanos sigamos siendo perjudicados. Y, entre otras, hacen falta medidas eficaces para evitar el aumento del precio de la vivienda, que lo único que produce es el trasvase de las rentas familiares, cada vez más hipotecadas, hacia sectores empresariales que actúan en la fijación de precios con un descontrol absoluto”.
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