El Indice de Precios al Consumo (IPC) del mes de enero ha bajado seis décimas, pero la tasa interanual de inflación se ha situado en el 4,3%, una décima por encima del cierre del 2007 y la más alta desde diciembre de 1995.
Pilar Collantes, Secretaria de Acción Sindical de UGT-Euskadi, advierte que el dato del IPC de enero, en el que las rebajas no han logrado frenar la subida de precios en consumos básicos, reafirma al sindicato en la exigencia a las Diputaciones, y en concreto a las Haciendas forales, de deflactar la tabla de retenciones y la tarifa del IRPF.
“El efecto de las rebajas no ha llegado muy lejos -afirma-, ya que siguen hacia arriba los precios en alimentos básicos y en el gas y electricidad de las viviendas, que seguimos pagando los mismos, los asalariados y pensionistas, fundamentalmente”.
Recuerda que sobre estos dos grupos, asalariados y pensionistas, pesan las subidas del IPC y del IVA -que pagamos igual todos los ciudadanos independientemente de los ingresos-, a lo que se añade la presión fiscal del IRPF, que será una carga para los mismos en caso de que las Diputaciones no deflacten las tablas y las adecuen a los ingresos.
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