Los datos del paro del mes de marzo, dados a conocer hoy, con 1.335 parados más en Euskadi, la segunda Comunidad Autónoma con mayor incremento, confirman una vez más que la reforma laboral es una máquina de destrucción de empleo, ya que tras casi un año desde su entrada en vigor continúa la caída libre del empleo en la CAPV. La única provincia que se salva de esta mala situación es Gipuzkoa con un descenso de 173 parados menos, mientras que Álava y Bizkaia registran un incremento de 325 y 1.183 parados más respectivamente. Por ello para UGT-Euskadi es imprescindible la puesta en marcha del diálogo social, con el fin de abordar acuerdos en empleo y protección de parados.
Al mismo tiempo los datos del desempleo en el mes de marzo revelan que mientras en el resto del Estado el sector servicios lidera una bajada, en Euskadi es precisamente este sector el que registra un mayor incremento con 411 parados más, lo que pone de manifiesto las diferencias existentes entre nuestro tejido productivo y el del estatal. Al mismo tiempo la contratación sigue apostando por la temporalidad, ya que un 92% de los contratos en marzo son de carácter temporal.
Ante esta situación UGT-Euskadi exige a las Administraciones Públicas políticas que ataquen el problema de raíz, ya que no se puede seguir parcheando con planes que tan solo buscan maquillar los datos de manera temporal. Felipe García, Secretario de Formación y Empleo de UGT-Euskadi advierte al respecto que el plan de empleo del Gobierno Vasco diseñado a espaldas de trabajadores y empresas, no parece ser la mejor solución. Para UGT-Euskadi es necesario terminar con el comodín de la reforma laboral, al que acuden con excesiva facilidad las empresas, vía el despido o del ERE de rescisión ya que no están facilitando la salida de esta situación.
En este sentido UGT advierte que una normativa diseñada para destruir empleo y que busca acabar con la negociación colectiva no puede ser la base de ningún tipo de recuperación económica tal y como se está demostrando cada día con un balance cada vez más negativo.
Por todo ello UGT exige un plan de empleo que consolide el empleo y que dinamice nuestro tejido productivo apostando por la formación y el reciclaje e invirtiendo en políticas activas en lugar de potenciar contratos de 4 meses con 600 euros de subvención que no solucionan un problema que es estructural.
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