Martes, 29 de julio 2014
La Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT-Euskadi cuestiona el modelo policial vasco, con una organización de servicios que considera deficientes, a pesar de ser un colectivo de 8.000 personas (Ertzaintza) o de 800 (PolicÃa Municipal de Bilbao), profesionales de la seguridad pública que se ven sometidos a la puesta en práctica de unos planteamientos teóricos faltos de rigor, y que no resisten al contraste con la cruda realidad. Por ello, señalan a la ConsejerÃa de Seguridad como único responsable de la situación.
UGT advierte que los/as agentes de la Ertzaintza se encuentran en la actualidad con una organización de servicios deficiente, promovida por una dirección técnica y una gestión polÃtica que «de forma sistemática, rechazan el diálogo con la representación de los trabajadores y que no aceptan ninguna idea que no proceda de su propia cosecha».
De esta forma llegamos por ejemplo a Grupos de Guardia con personal insuficiente, que provoca obligada movilidad para desplazar recursos de una comisarÃa a otra, lo que en determinados territorios se traduce en que «de ocho o doce horas de servicio, se pierdan la primera y la última en desplazamientos, aumentando de forma gratuita la peligrosidad y penosidad laboral de los afectados. Esta merma en personal y en tiempo real de trabajo supone que deban priorizarse unas tareas en perjuicio de otras, lo que significa un apreciable deterioro en la prestación de un servicio público de carácter esencial, y que ha tenido su reflejo en el notable aumento de quejas ciudadanas ante el servicio recibido, tras tener que escuchar muchas personas, en boca de los ertzainak, la penosa frase de «no podemos atenderle, vuelva usted mañana».
Portavoces del Sindicato de PolicÃa Vasca, integrados en la Federación de Servicios Públicos de UGT-Euskadi, no se explican que se diseñen complejas estructuras orgánicas y no se adopten medidas tan sencillas como dar un tratamiento integral a las vÃctimas de violencia de género y violencia doméstica, incluida la recepción de denuncia, evitando su trasvase por distintas unidades, lo que tan solo provoca un agravamiento del sentimiento de victimización. Y se preguntan que » ¿Cómo es posible que se ordene a las patrulla de Seguridad Ciudadana realizar servicios para complementar datos estadÃsticos sin resultados operativos para la población? ¿Cómo es posible que la preocupación por obtener la Q de calidad no camine de la mano con las mejora de las condiciones en que se desarrolla el trabajo dÃa a dÃa?»
Los representantes de UGT esperan que no sea la organización actual la PolicÃa de proximidad que se pretende implantar en nuestros pueblos y ciudades. «No es posible con un sistema como el actual organizar a un colectivo de singular tamaño y carácter, creando por ejemplo figuras, como la de analista, que no figuran en la relación de puestos de trabajo. Sinceramente esperamos que no.»
Advierten que observan problemas similares que afectan a profesionales de distintos cuerpos policiales. «La implantación de nuevas prácticas o sistemas de organización -aseguran- en los cuerpos de seguridad pública deben realizarse de forma progresiva, con el previo conocimiento y colaboración de aquellos que los van a poner en práctica y no contra ellos».
«No es posible la prestación de un servicio público de manera eficaz si las plantillas se encuentran en situación de perpetuo ‘cabreo’, desorientadas por falta de información y de comunicación con la dirección técnica y polÃtica y desmotivadas por el empeoramiento de las condiciones laborales y la falta de perspectivas de mejora profesional»
La falta de visión unida al escaso conocimiento práctico de la materia y a la prepotencia del que se cree en posesión de la verdad absoluta y por ello no necesita contrastar sus ideas, son en la actualidad las caracterÃsticas dominantes de los responsables de la seguridad pública.
«Los responsables polÃticos de la PolicÃa Vasca deben abandonar su particular monte Olimpo y tomar conciencia de la situación real».
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