El taller de Ollargan ha pasado en poco tiempo de ser referencia en mantenimiento del material de la serie 446 de Renfe, a tener serias dificultades para poder llegar a los mÃnimos de calidad exigidos, no por culpa ni de la profesionalidad, ni del empeño que le ponen las personas que trabajan en dicho taller dÃa tras dÃa, sino debido a la situación de ruina a la que Renfe ha abocado a este Taller.
El taller carece de instalaciones para el desempeño de ciertas operaciones de mantenimiento básicas, tiene goteras que limitan los trabajos eléctricos cuando llueve, carece de seguridad adecuada, siendo frecuentes los robos de herramienta y grafiteo de unidades dentro del taller.
El taller carece de repuestos necesarios. Como ejemplo, un motor eléctrico puede demorar una semana en llegar, tiempo en que la unidad ha de circular con la mitad de potencia, retrasando su horario y el del resto de trenes.
El taller carece de la plantilla necesaria, siendo habitual subcontratar con empresas externas ciertos trabajos, como el del mantenimiento y reparación del aire acondicionado, que en las circunstancias en las que se formula dicho contrato, es insuficiente y sólo hace falta comprobar el calor que se pasa en muchos de los trenes cuando sale un dÃa soleado en Bilbao. Con personal propio trabajando todo el año en los equipos de forma continua, se podrÃa solventar el problema. Además de personal eléctrico y mecánico, no hay personal para cubrir el torno (herramienta clave en el mantenimiento de trenes), ni existe personal de soldadura, ni de chapa y pintura y en oficina hace falta al menos una persona técnico y otra de administración y gestión.
Los trenes de la serie 446 tienen ya 33 años en servicio y no pueden seguir con el plan de mantenimiento actual; se les ha de dedicar más horas y más personal. Las incidencias y falta de fiabilidad de este material, repercute negativamente en los emolumentos que percibe la plantilla relativos a la consecución de objetivos, los cuales nunca pueden alcanzarse.
El abandono institucional que sufren las CercanÃas de Bilbao en general y del Taller en particular, nos lleva a tomar esta decisión, que se dejará notar en el servicio de viajeros los dÃas señalados, al mantenerse la programación habitual. Las personas trabajadoras ya han puesto todo de su parte, ahora falta que el Gobierno de España o el Gobierno Vasco actúen. Hacemos un llamamiento a que ambos Gobiernos intervengan en el conflicto, ya que ellos son responsables también del mismo.
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