UGT denuncia la violenta agresión a un vigilante de seguridad y a varios ertzainas en el tren de Lezo-Rentería

El sindicato reclama equipos de protección para los vigilantes y el carácter de agentes de la autoridad en todas sus funciones
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UGT denuncia y condena la violenta agresión por parte de un pasajero a un vigilante de Seguridad y varios ertzainas, ayer, sobre las 3 de la tarde, en el tren de Lezo-Rentería, cuando al llegar al final del trayecto,  el pasajero, que se negaba a abandonar el tren, agredió de forma violenta tanto al vigilante de seguridad como a dos  ertzainas, que acudieron tras la situación generada. UGT muestra su solidaridad con los ertzainas agredidos y con el vigilante de seguridad, para el que se reclama que sea también considerada como “agresión a agente de la autoridad”, según establece la Ley de Seguridad Privada, al proceder en colaboración con los agentes de los la Ertzaina.

El vigilante de seguridad, que trabaja para la empresa Prosetecnisa, de Renfe Gipuzkoa, resultó con heridas graves al ser herido por un mordisco  del agresor que le seccionó un trozo de la oreja y también resultó con lesiones en el abdomen. Uno de los ertzainas, a quienes habían llamado para hacer frente a la situación, también quedó ingresado a causa de las lesiones sufridas en el enfrentamiento. El agresor pudo ser detenido finalmente.

UGT insiste en reclamar medios de autoprotección para los vigilantes de seguridad, tanto a las empresas privada como a las contratistas y al propio Gobierno, que siguen haciendo oídos sordos ante las constantes agresiones sufridas por el personal de seguridad privada, en el desempeño de sus funciones.

Representantes de Seguridad Privada y Servicios Auxiliares de UGT, dentro de su actuación denominada “A MI QUIEN ME PROTEGE”, ha venido manteniendo desde principios de este año, reuniones con responsables políticos y empresas de seguridad privada, en el ámbito  nacional,  reclamando medios de autoprotección suficientes para el colectivo de trabajadores y trabajadoras de seguridad privada, así como la necesidad de abordar desde el reglamento de seguridad privada, actualmente en trámite, una mayor protección jurídica para el colectivo, recuperando el carácter de agente de la autoridad, en todas sus actuaciones.

Más allá de acuerdos puntuales donde se ha dotado de mayores medios de autoprotección a la seguridad privada en el Wanda Metropolitano y en el Metro de Barcelona, tanto Gobierno como las empresas contratistas y contratadas siguen sin abordar el dotar a la seguridad privada, en forma obligatoria, de elementos como chalecos anticorte y guantes para todos aquellos servicios realizados por los vigilantes en las denominados servicios de pública concurrencia, elementos que puestos en práctica aumentarían en forma el grado de autoprotección de este colectivo.

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