Ante el intento de blanqueamiento de un antes y después en la gestión del derrumbamiento del vertedero de ZaldÃbar en un traspaso de responsabilidades entre empresa y Gobierno vasco, UGT exige, en primer lugar, que se pongan todos los medios necesarios para rescatar a los dos trabajadores que continúan sepultados . Si ha fallado la gestión y la coordinación para haber evitado el accidente, por lo menos que se ponga todo lo necesario para no añadir más dolor a sus familias.
El desprendimiento del vertedero de Zaldibar es algo más que un accidente laboral, es la constatación de la inseguridad de unas condiciones de trabajo y, sobre todo, la evidencia de la falta de capacidad y de la falta de cultura preventiva existente, no ya en la empresa que gestionaba el vertedero, sino en las propias administraciones.
UGT viene reiteradamente exigiendo el cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborales, no sólo por parte de las empresas, sino por parte de la administración, y del Gobierno vasco, reforzando los instrumentos de control como la Inspección de Trabajo, con más personal, y que se impliquen en la realidad de las condiciones de trabajo.
Con una administración y un Gobierno vasco que, en base a principios de eficacia, coordinación y participación, lideren la actuación de las diversas administraciones públicas con competencias en materia preventiva, como la necesaria participación en dicha actuación de empresarios y trabajadores a través de sus organizaciones representativas.
En Zaldibar han fracasado no solo todos los controles previos que alertaban ya de los riesgos existentes por las irregularidades cometidas por parte de la empresa que gestionaba el vertedero, sino que ha fracasado también la gestión posterior del accidente ocurrido, dejando en evidencia la descoordinación para hacer frente primero al rescate de los trabajadores sepultados y, segundo, la falta de capacidad para garantizar la seguridad y la salud de los operarios que debÃan llevar a cabo el rescate.
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