La Federación de Industria de UGT-Euskadi, ante el despropósito que supone, decide no avalar el preacuerdo alcanzado por ELA, en solitario, y firmado después por CC.OO, para el convenio de la construcción de Gipuzkoa. Para UGT dicho preacuerdo lejos de consolidar avances, deja sin resolver aspectos fundamentales de las personas trabajadoras del sector. Los responsables de la negociación de nuestro sindicato señalan que los incrementos salariales pactados, en la práctica, suponen no garantizar el poder adquisitivo de las personas trabajadoras. Tampoco se abordan mejoras suficientes en otras materias como la jornada laboral, el contrato relevo o la nocturnidad.
UGT lamenta que cada vez sea más común, en Gipuzkoa, la práctica de firmar preacuerdos fuera de la mesa negociadora del convenio, impidiendo al resto de sindicatos que puedan, ni tan si quiera introducir mejoras. Obviando, de esta manera, todas las normas del juego democrático y convirtiendo una negociación sectorial real, en la que se podrían haber mejorado las condiciones laborales, a través de la unidad de acción sindical, en un mero teatro. Algo muy similar, a lo ocurrido recientemente con el convenio de Alojamientos de Gipuzkoa, dónde el sindicato mayoritario también ha decidido firmar un peacuerdo incluso antes de llegar a la mesa de negociación.
Los responsables de UGT advierten que, con ambas firmas, el sindicato ELA ha regalado la paz social durante cuatro años más, sin lograr prácticamente ninguna mejora reseñable. Cabe destacar que en materia salarial, en el convenio de construcción, mientras para el 2025 el IPC referenciado es el de Gipuzkoa, para los siguientes años es el Estatal. A juicio de UGT, esto supone la perdida de poder adquisitivo de las personas trabajadoras. Todo ello, en un contexto de bonanza económica para el sector, según datos hechos públicos por Adegi recientemente.
Para UGT, tanto Adegi como ELA han perdido la oportunidad de alcanzar un texto que responda a la realidad de la construcción y a las legítimas aspiraciones de quienes lo sostienen día a día con su trabajo. Un claro ejemplo de esto es la jornada laboral. Si bien los responsables de nuestro sindicato entienden que, al estar ya muy avanzado el año, no era posible incorporar mejoras para el 2025, en el 2026 se debería producirse una reducción de jornada importante e inmediata. Es decir, que la reducción no se aplicase paulatinamente a lo largo de los años de vigencia del convenio.
Por otra parte, atendiendo a la dureza y exigencia del sector de la construcción, UGT consideraba imprescindible que se avanzase en el contrato de relevo para conseguir un recambio generacional.
Otra de las demandas presentadas por UGT, y que también guardan relación con la penosidad, es que aquellas personas trabajadoras mayores de 57 años pudiesen, de manera voluntaria, quedar exentas de prestar servicios en el turno de noche. Algo que por desgracia tampoco ha sido recogido en el nuevo texto.
En cuanto al complemento por enfermedad común, UGT contemplaba como necesario que se mejorase hasta el 100% durante los días de hospitalización y que se mejorase la figura del recurso preventivo. En este sentido UGT apostaba por asegurar que además de la formación necesaria, dichos recursos preventivos dispusiesen del tiempo suficiente para realizar sus funciones. Una cuestión nada baladí a tenor de la alta incidencia de siniestros laborales que se producen en nuestro territorio en este sector cada año.
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