Aumentan los desempleados en Euskadi: “Hay que dar seguridad y certidumbre a las personas, dando estabilidad en el empleo”

A pesar de la recuperación económica iniciada y al contrario que en el conjunto del Estado, Euskadi ha aumentado el número de parados inscritos en las Oficinas de Empleo durante el mes de agosto, en 3.058 personas, situando en 122.260 los trabajadores/as en desempleo. Este hecho se debe a la gran temporalidad y rotación en el empleo que sigue existiendo en el mercado laboral vasco. "Hay que dar un cambio al mercado laboral, dar seguridad y certidumbre a las personas, dando estabilidad en el empleo", advierte Arantxa Niño, Secretaria de Formación y Empleo de UGT-Euskadi.
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En agosto se ha repetido el patrón de los últimos años en cuanto a contratación. Durante este mes se han realizado 56.758 contratos, el 93% de los mismos temporales y sólo 3.926 indefinidos. En lo que va de año, se han firmado 521.976 contratos, el 91% temporales y sólo 46.584 de estos indefinidos.

Una vez que se ha iniciado el camino de la recuperación económica, que hemos superado lo más difícil de la pandemia mediante los ERTEs, que quedan 10.452 personas en ERTE en Euskadi, cuando llegaron a ser 200.000 trabajadores/as, UGT  sigue reclamando medidas legislativas, como la derogación de las reformas laborales, fundamental para dar estabilidad al mercado de trabajo, y la subida del SMI, para recuperar el poder adquisitivo de los más débiles.

Además, urge no solo subir el SMI sino también el IPREM, que sirve de referencia para las prestaciones por desempleo y los ERTEs y que está en 564,9 € al mes y solamente ha subido 32,39 € en 10 años. Sólo 3 de cada 10 desempleados/as cobra una prestación contributiva, con un importe medio de 863,9 euros al mes.

Arantxa Niño recuerda que “un factor importante también es la transformación del  sistema público de empleo, Lanbide, para que se utilice como verdadero instrumento de mediación entre empresas y desempleados/as con una atención más personalizada y adaptada a los nuevos retos y necesidades del tejido productivo y hay que  apostar por la recualificación y la reinserción de los colectivos más vulnerables, principalmente los parados/as de larga duración y los mayores de 45 años, que son 63.446 personas desempleadas, el 51,89%, más de la mitad de los parados registrados”.

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