PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE RIESGOS HIGIENICOS

Estas FAQ tratan de dar respuesta a las preguntas más frecuentes que se han recibido y que pueden ayudar a delegadas y delegados, profesionales de la prevención, empresas, trabajadores y trabajadoras y público en general, en su tarea diaria para la consecución de condiciones de trabajo sanas y seguras.

También puedes consultar nuestro GLOSARIO. En él encontraras explicación a diferentes términos relacionados con el estrés térmico y amianto.

ESTRÉS TÉRMICO
¿Qué es el estrés térmico?

El estrés térmico, en el ámbito laboral, es una condición de trabajo o factor externo en la que, de forma generalizada, el cuerpo se ve sometido a temperaturas extremas, ya sea calor o frío, que pueden afectar negativamente la salud y el rendimiento laboral.

Se consideran estrés térmico aquellas situaciones en las que la persona trabajadora se ve afectada por temperaturas extremas (tanto frío como calor) o, en su caso, sometido a cambios bruscos de temperatura o a periodos prolongados en lugares carentes de ventilación adecuada.

¿Cuáles son los síntomas del estrés térmico por calor?

Los síntomas pueden incluir fatiga, debilidad, mareos, dolor de cabeza, náuseas, calambres musculares, sudoración excesiva, confusión y desmayos. En casos graves, puede provocar el conocido como “golpe de calor” con consecuencias incluso mortales.

¿Cuáles son los síntomas del estrés térmico por frío?

Los síntomas pueden incluir entumecimiento, piel pálida o roja, escalofríos, fatiga, confusión, y en casos graves, puede provocar hipotermia con consecuencias mortales.

¿Cómo se puede prevenir el estrés térmico en el trabajo?

En primer lugar, resulta imprescindible disponer de una evaluación de riesgos laborales con medidas preventivas concretas que sea adecuada al puesto de trabajo. Se puede prevenir mediante la implementación de medidas como proporcionar suficiente agua potable, establecer descansos regulares en áreas frescas, proporcionar ventilación adecuada, usar ropa apropiada para el clima y capacitación sobre reconocimiento de los síntomas del estrés térmico.

¿Por qué es importante vestir ropa adecuada para el clima en entornos laborales con estrés térmico?

Vestir ropa adecuada puede ayudar a regular la temperatura corporal y proteger contra el calor o el frío extremos. Esto incluye usar ropa ligera y transpirable en climas cálidos y capas térmicas en climas fríos. Por ropa se entiende tanto la vestimenta personal de la persona trabajadora como los equipos de protección individual y/o prendas de seguridad.

¿Qué papel juega la hidratación en la prevención del estrés térmico?

La hidratación adecuada es fundamental para prevenir el estrés térmico. Beber agua regularmente ayuda a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo y a regular la temperatura corporal.

¿Qué se entiende por descansos regulares en entornos con estrés térmico?

Los descansos regulares son períodos designados para que los trabajadores se repongan y se refresquen en áreas de temperatura controlada durante su jornada laboral. Estos descansos pueden ayudar a prevenir la acumulación de calor o frío en el cuerpo y reducir el riesgo de estrés térmico.

¿Qué puedo hacer si siento que estoy empezando a experimentar síntomas de estrés térmico durante mi jornada laboral?

Debes detenerte inmediatamente, buscar un lugar fresco o cálido según sea necesario, hidratarte y comunicar inmediatamente tu situación a las personas allí presentes. Además, es necesario notificar los hechos a la persona encargada de la salud laboral de las personas trabajadoras para que se investiguen las causas y se estudie la implementación de medidas preventivas y/o correctoras. Nunca ignores los síntomas del estrés térmico, ya que pueden empeorar rápidamente si no se tratan adecuadamente.

¿Qué son los límites de exposición al calor?

Los límites de exposición al calor son pautas establecidas para ayudar a proteger a los trabajadores del estrés térmico. Estos límites pueden variar según la región y el tipo de trabajo, y suelen incluir recomendaciones sobre descansos, hidratación y medidas de protección. Estos límites deben figurar en la evaluación de riesgos y deben ser respetados en todo momento.

¿Qué debo hacer si presencio a alguien que sufre un golpe de calor?

Debes llamar inmediatamente a los servicios de emergencia, trasladar a la persona a un lugar fresco, quitarle el exceso de ropa, aplicar compresas o cualquier otro tipo de tejido frío y vigilar sus constantes vitales hasta la llegada de la ayuda médica.

¿Qué es la hipotermia fisiológica que puede ser causada por el estrés térmico por frio?

La hipotermia ocurre cuando el cuerpo pierde calor más rápido de lo que produce, lo que eso provoca una peligrosa disminución de la temperatura corporal. Cuando desciende la temperatura corporal.

¿Cómo se mide el estrés térmico?

Con un termómetro de globo. Con esta herramienta se hace la medición de la temperatura del ambiente y temperatura del bulbo húmedo para así poder determinar cuál es el índice y poder evaluar el resultado con los límites establecidos en las normas correspondientes.

AMIANTO
¿Qué es el amianto?

Amianto o asbesto es el término genérico con el que se denomina a un conjunto de minerales naturales con una estructura fibrosa y cristalina, incombustible y que puede ser dividida en filamentos. Las fibras de amianto no se evaporan al aire ni se disuelven en agua, pero pueden contactar con el agua y con el aire cuando se degradan los materiales que contienen amianto o por su manipulación, corte, demoliciones, rotura, etc.

¿Cuáles son las propiedades del amianto?

El amianto posee excelentes capacidades tanto físicas como químicas, lo que, unido a su bajo coste, provoco una alta comercialización y uso principalmente en el siglo XX. Sus fibras son fácilmente separables en estado natural. Están compuestas de fibrillas con un tamaño que se mide en micras. Por ejemplo, es tan solo un milímetro de amianto podemos encontrar hasta 50.000 fibrillas.

Entre las características más reconocidas están las siguientes:

  • Resistente al fuego por lo que es un material ignifugo.
  • Aislante acústico, térmico y eléctrico. Hay que remarcar la utilización de la amosita y la crocidolita que han sido utilizadas como aislantes al poseer resistencia a los ácidos
  • Es un mineral no biodegradable, por ello es necesario que se almacene en vertederos homologados.
  • Es un material resistente a la abrasión., fricción, tracción, al desgaste y a algunas sustancias químicas
  • Es muy fácil de tratar, ya que su uso se define por la mezcla con otros materiales como el cemento.
  • Es insoluble, es decir, no puede disolverse ni diluirse con agua u con otros líquidos
  • ¿Qué patologías puede causar la exposición al amianto?

    Asbestosis

    Se define como una fibrosis intersticial pulmonar difusa producida por exposición a polvo de amianto, que puede afectar al parénquima y a la pleura visceral y parietal. Los síntomas y signos clínicos que suelen acompañar a la asbestosis son disnea y tos. La disminución de la capacidad de difusión pulmonar es el parámetro que se altera más precozmente y su deterioro suele ir a parejo a la evolución de la enfermedad.

    La disnea al esfuerzo es habitualmente el primer síntoma, aunque es de aparición tardía, tras 15-20 años del comienzo de la exposición.

    Mesotelioma maligno

    Es un tumor difuso maligno del mesotelio, que puede afectar a la pleura, el peritoneo y el pericardio, aunque es más frecuente la localización pleural. La localización peritoneal requiere una mayor exposición al asbesto.

    El mesotelioma pleural se asocia a asbestosis en un 25% de los casos, mientras que el mesotelioma peritoneal se asocia frecuentemente a la asbestosis, debido en estos casos a exposiciones intensas al amianto. La gran mayoría de mesoteliomas se deben a la exposición a asbesto (en el 80-85% se constata exposición laboral)

    El mesotelioma pleural curso con derrame pleural, disnea y dolor torácico. Puede acompañarse de derrame o engrosamiento pleural.

    Tiene una evolución muy lenta hasta 40 años después de la exposición. La tasa de supervivencia después de su diagnostico se sitúa entre los 6 y los 12 meses.

    Cáncer de pulmón

    El cáncer de pulmón por exposición al asbesto puede pertenecer a cualquier tipo histológico, y su historia natural no difiere de la del cáncer producido por otras causas. Parece existir una relación dosis-respuesta entre el riesgo de contraer cáncer de pulmón y el nivel de exposición a asbesto; exposiciones muy bajas parecen no incrementar el riesgo. El riesgo de padecer cáncer de pulmón se incrementa notablemente si la exposición al asbesto se combina con el habito tabáquico.

    Se requiere un periodo de latencia mínimo de 10 años. Se calcula que entre un 5% y un 10% de todos los canceres pulmonares broncogénicos estarían relacionados con el asbesto

    Derrame pleural benigno

    Es la manifestación más temprana de exposición al amianto, pudiendo producirse antes de los diez años de exposición. Se manifiesta como una pleuritis aguda, habitualmente unilateral, con derrame de pequeña o moderada cuantía, pero que puede llegar a durar varios meses. Pueden resolverse con el tiempo sin tratamiento y no predicen el riesgo de cáncer.

    Pericarditis constrictiva

    Es una alteración extremadamente rara. Se produce un engrosamiento del pericardio con o sin calcificaciones debido a la exposición al amianto. Se requieren exposiciones intensas y prolongadas. En algunos casos se producen derrames pericárdicos recidivantes.

    Atelectasia redondeada

    También se denomina síndrome de Blesowsky. Es una forma inusual de colapso pulmonar no segmentario y periférico, que simula a una neoplasia pulmonar o pleural. Consecuencia del enrollamiento sobre sí mismo de una parte del pulmón, secundario o una afectación pleural.

    Placas pleurales

    Son zonas de fibrosis de la pleura que se suelen calcificar. Se consideran como un “marcador de la exposición al amianto”, no suelen tener consecuencias patológicas severas, aunque según su tamaño cursan con dolor e insuficiencia respiratoria. No se suelen cancerificar.

    ¿Cuáles son las variedades del amianto?

    Las principales variedades del amianto pueden clasificarse en dos familiar distintas dependiendo de su estructura cristalina: las serpentinas y los anfíboles.

    El crisolito, o amianto blanco, pertenece al grupo de la serpentina, mientras que la crocidolita (amianto azul), amosita, amianto marrón, antofilita, tremolita y actinolita son anfíboles.

    Industrialmente las variedades minerales que más se han usado han sido el crisolito, la crocidolita y la amosita. El crisolita, es un silicato de magnesio hidratado, ha sido la variedad más utilizada y más abundante (95% de la producción mundial). Es el más blando y tiene una gran facilidad para tejerse. La estructura de este mineral está formada por capas que se enrollan en tubos concéntricos con su eje más largo paralelo a la fibra; sus fibras son largas, flexibles y curvadas.

    Los anfíboles tienen una estructura que consiste en dobles cadenas de tetraedros de silicato, entrecruzados con cationes unidos a grupos hidroxilo. En comparación con el crisolito, todas las fibras de anfíboles son de mayor diámetro, solidas, duras, planas y rectas. Los anfíboles son también mucho más resistentes a los ácidos que el crisolito.

    ¿Cuáles son las medidas preventivas respecto a la exposición al amianto?

    Dada la peligrosidad que las fibras de amianto tienen para la salud es importante llevar a cabo una serie de medidas preventivas, las cuales preferiblemente deberían de tener un carácter colectivo, pero si estas no son suficientes para reducir los niveles de exposición por debajo de los limites tolerados se deberá recurrir como complemento a los equipos de protección individual.

    Entre las medidas generales estarían las siguientes:

  • Medir y controlar el nivel de amianto ambiental que exista en el área de trabajo
  • La ventilación en el lugar de trabajo deberá hacerse en forma localizada por captación en los casos que no pueda evitarse la producción de partículas. Siempre deberá manipularse por métodos húmedos que facilitan la deposición de las fibras.
  • En la manipulación, transporte, descarga y almacenamiento, el amianto no se manipulara suelto en el interior de las factorías, será recibido en sacos de material consistente e impermeable y si en la carga o descarga se rompen se utilizaran métodos de aspiración
  • La limpieza de locales y maquinaria se hará por medio de aspiración y filtrado de aire, prohibida la limpieza por métodos que dispersen el polvo (escobas, aire comprimido, etc.)
  • La eliminación de residuos se hará mediante sacos o bolsas de material resistente e impermeable, herméticamente cerrados.
  • No se deben utilizar herramientas motorizadas para trabajar con materiales de amianto, ya que provocan más polvo.
  • ¿Cómo se hace la vigilancia de la salud ante el amianto?

    Estén expuestos o no, el responsable es el Servicio de Prevención de su empresa.

    En los casos post-ocupacionales, se pueden acoger al “Programa de Vigilancia Sanitaria Post-ocupacional tras exposición laboral al amianto” Desde Osalan son derivados, previo consentimiento expreso, a Osakidetza, donde serán atendidos por AP para realizarles los exámenes de salud correspondientes.

    ¿Qué significa estar inscrito en el RERA?

    Se define como Registro de Empresas con Riesgo de Amianto. Es un organismo oficial que controla y regula todas las empresas que componen el sector de la retirada o manipulación de amianto.

    Para pertenecer al RERA, las empresas deben cumplir una serie de requisitos legales que se deben certificar en el momento de solicitar la inscripción en dicho organismo. Todas las empresas cuyo ámbito de actuación sea el amianto, están obligadas a estar inscritas en el RERA como condición indispensable para desarrollar cualquier actividad relacionada con dicho material.

    Si se diese el caso de que una empresa procediese a manipular amianto sin estar inscrita en el RERA, además del riesgo para la salud de sus trabajadores, estaría quebrantando la ley vigente.

    ¿Qué EPI es el adecuado a la hora de trabajar con amianto?/strong>

    La mascarilla para el amianto deben ser elementos que cubran la boca, con autofiltrantes FFP3 desechables o de filtro de partículas P3 para la protección respiratoria según el Real Decreto 773/1997 de 30 de mayo.

    Para la protección del cuerpo, se agrupa todo aquel equipo que proteja tanto el cuerpo entero, como los puños, tobillos, cintura y capucha. Los trajes para amianto deben ser preferiblemente desechables con un tejido resistente a la penetración de fibras de amianto y conexiones herméticas (Tipo 5-6)

    A su vez, un mono EPI debe estar provisto con capuchas, sin costuras, ni pliegues, ni aberturas, ni bolsillos y cerrados tanto en los puños como en tobillos. En este caso, lo más recomendable es emplear un mono EPI o buzos desechables con gomas elásticas, ya que dicho equipo después de entrar en contacto con amianto, debe pasar por un proceso de limpieza o tirar el traje EPI por completo debido a la contaminación de las fibras de asbesto.

    ¿Cuál es la actuación de Osalan respecto al amianto?

    Vigilancia epidemiológica

    Control cumplimiento retiradas amianto

    Vigilancia de la salud post-ocupacional

    Estudio e investigación de enfermedades profesionales

    ¿Qué formación se exige a las personas trabajadoras en los trabajos con amianto?

    Las personas que participen en actividades con riesgo de exposición al amianto deben recibir una capacitación adecuada para llevar a cabo sus tareas de manera segura. Esto implica conocer los riesgos asociados y cómo aplicar correctamente los procedimientos de trabajo, así como las medidas de prevención tanto para su propia protección como para la de otros.

    Esta capacitación debe incluir tanto aspectos teóricos como prácticos, que pueden abarcar el uso de equipos de protección, tanto individuales como colectivos, necesarios para realizar las tareas de manera segura.

    Es esencial que esta formación se repita periódicamente para adaptarse a cambios en los procedimientos de trabajo y en la naturaleza de las actividades realizadas. El programa de formación debe cumplir con los requisitos mínimos establecidos en el Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, que regula la seguridad y salud en trabajos con riesgo de exposición al amianto. La duración y el contenido de la formación dependerán de factores como el propósito de la capacitación, el tipo de trabajadores y si se trata de una formación inicial o de actualización.

    Es recomendable que al finalizar la formación se realice una evaluación para garantizar que los trabajadores han adquirido los conocimientos y habilidades necesarios. En caso de no superar estas pruebas, los trabajadores no deben ser asignados a actividades sujetas a este reglamento hasta que reciban la formación adecuada.

    La información detallada sobre este tema se puede encontrar en el apéndice 7 de la Guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relacionados con la exposición al amianto, así como en documentos específicos sobre formación de trabajadores expuestos al amianto y en la Nota Técnica de Prevención 1.021.

    ¿Cuál es el tiempo máximo de trabajo con amianto y, en su caso, con un equipo de protección respiratoria?

    El Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, que regula las normas mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto, establece limitaciones específicas en cuanto al tiempo de uso de los equipos de protección individual de las vías respiratorias (EPR).

    De acuerdo con el artículo 8.2, apartado 2, se estipula que el tiempo de utilización de los EPR debe ser restringido al mínimo necesario, no excediendo en ningún caso las 4 horas diarias.

    Además de esta limitación diaria, es esencial considerar otros factores como las características físicas del trabajador, la naturaleza de las tareas a realizar y las condiciones ambientales. Estos elementos pueden requerir pausas en el trabajo, lo que implica una interrupción en el uso de los EPR.

    Es fundamental recordar que estas pausas, durante las cuales los EPR son retirados, deben realizarse en áreas libres de riesgo de exposición al amianto. Esto garantiza la seguridad y la efectividad de la protección proporcionada por los equipos de protección individual.

    En cumplimiento del deber de vigilancia de la salud, ¿es obligatorio someter a antiguas personas trabajadoras a reconocimientos médicos?

    Sí, es crucial realizar reconocimientos médicos periódicos, tal como lo establece el artículo 16.3 del Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud para los trabajos con riesgo de exposición al amianto. Estos reconocimientos deben ser llevados a cabo a través del Sistema Nacional de Salud o por servicios de neumología con los recursos necesarios para detectar enfermedades relacionadas con el amianto, entre otros servicios especializados.

    El Programa Integral de Vigilancia de la Salud de los Trabajadores Expuestos a Amianto (PIVISTEA) abarca la realización de estos exámenes médicos periódicos para los trabajadores que estuvieron expuestos al amianto en el pasado. Este programa es fundamental para garantizar la detección temprana de posibles afecciones relacionadas con la exposición al amianto y para brindar el cuidado médico necesario a los trabajadores afectados.

    ¿Cuál es la normativa básica en relación con el amianto en España?

    La normativa principal en España para proteger la salud de los trabajadores frente al amianto es el Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud aplicables a los trabajos con riesgo de exposición al amianto.

    Es importante señalar que este decreto se integra dentro de la normativa general sobre seguridad y salud en el trabajo, principalmente regida por la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, y el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, que aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención.

    Además, los trabajos que involucran amianto también están sujetos a disposiciones específicas como el Real Decreto 665/1997, de 12 de mayo, sobre la protección de los trabajadores contra riesgos relacionados con agentes cancerígenos, y el Real Decreto 374/2001, de 6 de abril, sobre la protección de la salud y seguridad de los trabajadores frente a riesgos relacionados con agentes químicos.

    Para trabajos relacionados con la construcción, se aplica el Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, que establece disposiciones mínimas de seguridad y salud en obras de construcción. En cuanto a la coordinación de actividades empresariales, se deben tener en cuenta el artículo 24 de la Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales, y el Real Decreto 171/2004, de 30 de enero, que desarrolla dicho artículo.

    Por último, en materia de gestión y eliminación de residuos peligrosos, se debe considerar la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados. Esta ley regula aspectos relacionados con la gestión y eliminación adecuada de residuos peligrosos, incluidos los residuos de amianto.

    ¿Qué ocurre si en el centro de trabajo ya existen instalaciones que contengan amianto? ¿Es obligatorio retirarlas?

    Conforme a la normativa, los materiales o productos que contienen amianto y fueron fabricados e instalados antes de la prohibición que entró en vigor en 2002 pueden permanecer instalados y en uso siempre y cuando estén en buen estado y no presenten riesgos de liberación de fibras al ambiente durante su vida útil. Esto se establece en el anexo XVII del Reglamento (CE) nº 1907/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, conocido como REACH.

    Esta disposición se basa en el principio de que, en la mayoría de los casos, la exposición a fibras de amianto ocurre principalmente durante la manipulación de materiales con amianto, especialmente aquellos denominados no friables.Cuando un material que contiene amianto alcanza el final de su vida útil, debe ser retirado de acuerdo con lo establecido en el Real Decreto 396/2006. Es importante seguir los procedimientos adecuados para la eliminación segura de estos materiales a fin de evitar la exposición a las fibras de amianto y proteger la salud de los trabajadores y del público en general.



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